El Ford Mustang Shelby GT500 2020 tiene sentido por estas razones

Ford Shelby GT500 trasera

Victor Delgado

Serán 770 CV en fila india.

Hace ya varios años que el Ford Mustang es un coche global. Pero todavía hay un remanente americanizado como es el Ford Mustang Shelby GT500 2020. O bueno, sus versiones anteriores, ya que a la última variante del Shelby GT500 anunciada todavía le quedan algunos meses para que se abra la veda de sus ventas.

Aun así, ya te puedo adelantar que en cuanto esté disponible la imagen mental será la misma que se da en los primeros días de rebaja: gente agolpándose frente a la puerta de unos grandes almacenes. Sin embargo, ¿tiene sentido el Ford Mustang Shelby GT500 2020? ¿O es un delirio de los ingenieros de la marca americana hacer un coche tan demencial?

Historia

Ford Shelby GT500 llantas

Es desde el año 1965 que Ford está produciendo esta versión mejorada y radical del Mustang. Más o menos un año después de que naciera el modelo original, la firma del óvalo azul ya estaba haciendo de las suyas con una versión cuya potencia se ha ido superando generación tras generación. Así que, llegados a este punto, la cuestión no es si tiene sentido, sino… ¡cómo no iban a hacerlo! Las tradiciones están para continuar con ellas.

Superación

Al igual que la historia del Ford Mustang Shelby nos dice que ya llevan más de 50 años fabricando esta variante, también nos indica que su potencia se ha ido incrementando según ha ido pasando el tiempo. En esta última se dijo que se lograrían extraer unos 700 o 710 CV de su motor, y al final serán aproximadamente 770 CV. Esto supone un reto para Ford, y para nosotros las ganas de que sigan pasando los años. ¿Cuánta potencia tendrá el siguiente? ¿850 CV?

Reto

Ford Shelby GT500

Para el conductor de estos coches, disfrutar con él en curva e ir rápido se presenta como un reto. Es verdad, meter un pisotón al acelerador y salir catapultado es un chorreo de adrenalina. Pero ir a un circuito y llevar un Ford Mustang Shelby GT500 también es tremendamente divertido. Aun así, lo más difícil es ir muy rápido con él en un tramo revirado, ya que no es tan ágil como uno de los coches deportivos de origen europeo o japonés.

Ambición

Si algo le gusta a los americanos, además de la potencia, es la confrontación, la rivalidad. El demostrar que lo puedes hacer mejor que otros. Y en este sentido, el Ford Mustang Shelby GT500 tiene una buena papeleta que sortear. Sus principales rivales son el Chevrolet Camaro ZL1 1LE y, sobre todo, el Dodge Challenger Demon. Un coche que tiene una llave especial para utilizar su potencia máxima de 850 CV. Como el botón del asiento eyectable en un avión: por si te ves en un apuro.