La Guardia Civil recuerda el truco del euro y cuenta los errores más comunes con los neumáticos

La foto utilizada por la Guardia Civil para enseñar el truco con el que comprobar el estado de los neumáticos.

Óscar F. Civieta

La DGT advierte de los peligros de comprar neumáticos low cost

Vigilar el estado de las ruedas del coche es una de esas comprobaciones que hay que hacer siempre que se viaje. Aunque no sea un trayecto demasiado largo, conviene hacer un seguimiento continuo de los neumáticos. Por seguridad –por supuesto–, y también por economía. 

Existe una manera muy sencilla de comprobar el estado de los neumáticos, y la recomienda la propia Guardia Civil en su canal de Twitter. Sólo necesitarás una moneda de un euro: has de colocarla en el dibujo y, si ves la parte dorada, debes cambiarlo. 

Con un mecanismo tan fácil y rápido como ese sabrás cuándo hay que llevar el coche al taller para que le cambien las ruedas. Y, de este modo, ahorrarte un disgusto económico. En la actualidad, las multas por llevar los neumáticos del coche en mal estado pueden llegar a ser de 200 euros por rueda. 

Todo lo que debes saber sobre las ruedas del coche

Aunque el truco para saber si las ruedas del coche están en buen estado es muy útil, hay varios aspectos más relacionados con los neumáticos que hay que tener en cuenta. Los repasan en la revista de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Por ejemplo, subrayan que hay que cambiarlas cada 40.000 o 50.000 kilómetros, dependiendo del tipo elegido, uso y cuidado que se les dé y las características del vehículo. Además, anotan, un mal mantenimiento, sin cuidar que sufra desgastes anómalos, reducirá su vida. Los baches y golpes contra bordillos pueden desalinearlas y una presión inadecuada afecta al comportamiento del vehículo y produce un desgaste prematuro, explican. Y alertan de que también su calidad afecta: “Las ruedas low cost, además de menor agarre, suelen tener menor durabilidad. Ahorrar en neumáticos no es una buena inversión”.

Errores más comunes en los neumáticos

También en la DGT hacen un listado de los errores más comunes que cometen con las ruedas del coche. Y un fallo en algo así, no es ninguna broma-

  • Presión: si es excesiva, causa desgaste en el centro de la banda y, si es demasiado baja, perjudica los extremos.
  • Llanta: tanto si es demasiado ancha como demasiado estrecha para el neumático, desgasta la banda de rodadura en el área central y se reduce la tracción.
  • Alineación: si hay desgastes en sólo uno de los laterales de la banda de rodadura, el problema está en una incorrecta alineación de los ejes. Reduce hasta un 20% su vida útil e incrementa el consumo un 16%.
  • Frenos: la erosión irregular (dientes de sierra) del dibujo también se puede deber a fallos en la suspensión o bloqueo en los frenos.
  • Elección: se debe elegir el neumático conforme a las dimensiones homologadas para el coche en la ficha técnica, y conforme al uso habitual, su carga y tipo de superficies por las que se circula normalmente.

Otros aspectos que hay que tener en cuenta, también según la DGT, para comprobar el estado de los neumáticos del vehículo son:

  • La suspensión: si llevamos los neumáticos con demasiada presión, se genera un desgaste prematuro de la parte central de las cubiertas y puede acabar provocando problemas con la suspensión, especialmente en los amortiguadores, ya que se produce un rebrote excesivo y una falta de absorción de las irregularidades del terreno.
  • Sistemas electrónicos: una presión incorrecta de los neumáticos puede provocar fallos en los sistemas electrónicos del vehículo, tanto en el ABS (antibloqueo de los frenos) como en el ESP (control de estabilidad).
  • Rodamientos: si los neumáticos presentan zonas con menos dibujo, las vibraciones afectarán a la suspensión y, además, provocarán que los rodamientos sufran en exceso. El conductor tiene entonces sensación de traqueteo o vibración.
  • Dirección: si la vibración es excesiva, puede acabar dañando la dirección, concretamente la rótula de dirección (hace girar las ruedas).
  • Discos de freno: una vibración excesiva termina deformando los discos de freno, por lo que se pone en serio peligro la seguridad del vehículo.
  • Juntas homocinéticas: son las que unen los palieres con las ruedas. Un exceso de vibración puede acabar provocando una rotura, lo que podría terminar en una situación comprometida si vamos en carretera.

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