Hyundai busca nuevos proveedores de chips para sortear la crisis de semiconductores

Hyundai comienza producción i20 N Line

Miguel Ángel Moreno

La escasez de chips desatada a raíz de la pandemia está golpeando fuertemente a la industria

La compañía surcoreana Hyundai está manteniendo conversaciones con varios fabricantes de chips para diversificar su cadena de suministro de semiconductores en un momento de escasez de estos componentes, claves para toda la industria tecnológica y cuyo desabastecimiento está golpeando con fuerza al sector automovilismo, que habría perdido más de 90.000 millones de euros de facturación al ver reducida su producción en 3,9 millones de vehículos nuevos, según estimaciones de la consultora AlixPartners.

Hyundai, propietaria de la marca surcoreana Kia, estaría en contacto con varias fábricas locales, que diseñan semiconductores pero habitualmente subcontratan la fabricación a los grandes del sector, como la taiwanesa TSMC o la surcoreana Samsung Electronics, con el objetivo de diversificar sus fuentes de estos componentes, según adelanta Reuters citando a dos personas de estas compañías que se reunieron con el fabricante de automóviles. 

Fuentes de la filial de componentes de Hyundai señalaron a la agencia de noticias que "no hay discusiones con compañías relevantes", aunque admitieron que es "necesario revisar la producción de chips en el largo plazo"; pese a que en este momento "no hay una dirección específica sobre este asunto".

Aunque se trata de una medida complicada de llevar a cabo, ya que fabricar este tipo de componentes tiene cierta dificultad para compañías pequeñas, lo que provoca que el sector tenga altas barreras de entrada y que Hyundai tuviera que esperar "entre 4 y 5 años para tener suministro de chips de automóvil", el objetivo de la compañía es aumentar su producción local para diversificar las fuentes de las que consigue estos componentes, según asegura a Reuters una fuente de Kia.

La crisis que la industria automovilística no vio venir: la escasez de semiconductores golpea a la producción y amenaza la incipiente recuperación del mercado tras la pandemia

Pese a que Hyundai ha tenido que frenar la actividad en sus plantas en Alabama (Estados Unidos), Ulsan (Corea del Sur), por la escasez de estos componentes, la compañía asiática sorteó el primer trimestre de 2021 con un incremento interanual de la facturación del 5,6% respecto al mismo periodo de 2020, aunque vendió menos unidades —903.371 frente a 1,02 millones de vehículos vendidos en el arranque del año pasado—, lo que afectó a su beneficio neto, que se resintió, perdiendo un 42,1% interanual.

Las fábricas de automóviles barajan acumular o fabricar sus propios chips

El caso de Hyundai no es el único en la industria automotriz, ya que hay varias compañías que están barajando entrar de alguna forma en el sector de los semiconductores, cada vez más relevantes en un contexto en el que los coches se llenan de dispositivos electrónicos que requieren de estas tecnologías.

De hecho, a principios de 2021 varios fabricantes de vehículos, como los alemanes Daimler (matriz de las marcas Mercedes y Smart) y Porsche (propiedad de Volkswagen, el segundo fabricante mundial) admitieron estar considerando acumular existencias de semiconductores para protegerse de la escasez de estos componentes.

El impacto de la escasez de chips en el sector automovilístico podría ser mayor de lo esperado: 3,9 millones de vehículos menos y un golpe a las ventas de 110.000 millones

También Tesla ha iniciado conversaciones con varias compañías fabricantes de chips en Taiwán, Corea del Sur y Estados Unidos para pagar por adelantado con el objetivo de asegurarse el suministro, e incluso algunos analistas aseguran que la empresa de Elon Musk está "considerando activamente comprar su propia fábrica", algo muy poco habitual, ya que se considera que es un negocio difícil de operar para una compañía ajena al sector.

Todos esos movimientos se explican en la incertidumbre sobre cuándo acabará esta escasez, provocada por el parón de producción al inicio de la pandemia de coronavirus y la posterior aceleración de la demanda por el crecimiento de las ventas de dispositivos electrónicos durante el confinamiento. Compañías como IBM han dejado entrever que la crisis podría durar 2 años, el CEO de Intel habló de "varios años" para hacer frente a la "creciente demanda", mientras que Qualcomm situó la recuperación del suministro a finales de este 2021.

Un contenido publicado originalmente en BUSINESSINSIDER.es