Kalashnikov ha fabricado un coche eléctrico, en serio

Kalashnikov CV-1

Miguel Lorente

No te frotes los ojos, has leído bien: Kalashnikov

'Ponga un Kalashnikov CV-1 en su vida'. Ése podría ser el eslogan de una campaña publicitaria que acompañara al producto más novedoso del fabricante de armas porque ¿quién no ha necesitado nunca un Kalashnikov? Sobre todo los miembros de las guerrillas y grupos terroristas que han populariza el uso del AK-47, posiblemente el arma de fuego más famoso ya que, tras la Segunda Guerra Mundial, este fusil se ha extendido como la pólvora por todos aquellos lugares donde nada bueno pasa gracias a su bajo precio, resistencia y manejo.

Sea como fuere, lo más sorprendente de la noticia es que el fabricante de armas Kalashnikov presenta un coche eléctrico. El Kalashnikov CV-1 ha hecho su puesta de largo donde debía, en el foro internacional de la defensa o Army 2018, aunque podría haberlo hecho también en un desierto afgano o en una de las reuniones de la Asociación Nacional del Rifle... ah, no, que esos son yankis, como Tesla. Por ejemplo.

VÍDEO: esto solo puede pasar en Rusia

Parece ser que los rusos han puesto su punto de mira (qué macabros) en la tecnología de los coches eléctricos y los de Elon Musk han sido su fuente de inspiración. Tanto que el diseño parece una réplica del Tesla Model 3 ¿no te crees? ¡CLARO QUE NO!, lo han hecho al más puro estilo ruso.

El coche eléctrico de Kalashnikov

Por las fotos que ves, el Kalashnikov CV-1 merece un análisis pormenorizado. Es una genialidad. Una mezcla de tecnología de vanguardia vintage. 

El modelo en el que se basa es IZh 2125 Kombi, marca del grupo Lada, un compacto soviético de los años 70, recuperado para demostrar cómo el pasado y el futuro se pueden entrelazar en el presente como un viaje en el espacio (porque nos vamos a Rusia) y en el tiempo.

Esas líneas rectas y toscas chocan con el azul pastel de la carrocería. Las tiras de faros LED paralelas destacando sobre una rejilla atravesada por también franjas metálicas paralelas, arrojando brillo metálico al frontal negro. Esa apertura doble abajo... ¿una muestra de apuesta aerodinámica para batir récords de tiempos en el Circuito de Nürburgring quizás?

Observa la carrocería, deslízate por la vista lateral ¡ese tirador es puro porno vintage! No puede ser más retro. ¡Si hasta tiene bombín con pulsador! 

¿Qué me dices de las llantas? No sabemos si estarían homologadas para pasar nuestra nueva ITV de 2018 pero a los amantes del look racing les habrá dado ganas de montar unas en sus Lada Riva. No cabe duda de que son dignas de ganar un concurso del Sema Show, por ejemplo, eso sí, vienen calzadas con unos neumáticos semi slicks que ya los quisiera montar yo en mi coche.

Otro referente ruso, el Lada Niva

Vamos a la zaga, aunque antes echa uno ojo a las puertas traseras y a unas lunas tintadas, ideales para guardar discreción sobre sus ocupantes, que llevan a al portón trasero que se mantiene como el de origen salvo porque se han sustituido los pilotos analógicos multicolores originales por... unos paneles de LED. Entre ambos, el enchufe para cargar este coche eléctrico de Kalashnikov.

Porque el Kalashnikov CV-1, no lo olvides en ningún momento, es eléctrico. De hecho aseguran tener una autonomía de 350 Km, no sabemos si ha pasado ya los test WLTP o eso no va con el protocolo de homologación de Kalashnikov, lo mismo lo han sometido a pruebas en la estepa siberiana y han llegado a esa medición. Quién sabe.

El Kalashnikov CV-1 tiene una batería con una capacidad de carga de 90 kW/h y sus unas dimensiones de 50 x 50 x 100 cm. La potencia del CV-1 es de 220 kW, equivalentes a nada más y nada menos que 300 CV, aunque sus cifras en el 0-100 no son tan sorprendentes ya que tarda 6 segundos. 

¿El coche ruso del futuro?

¿A que ahora lo ves como posible nuevo coche que Vladimir Putin? El presidente ruso, quien perteneciera antes de liderar durante lustros al país al servicio secreto ruso (KGB), no solo es amante de los deportes de riesgo sino de los automóviles nacionales, por eso manda fabricar sus propios coches oficiales.

Mezcla unas dosis equilibradas de tecnología rusa del pasado con otras de nueva cuña de su industria armamentística en un automóvil que muestra los toques dignos de locura que todo prototipo de coche nuevo debe presentar y ¿qué tenemos? el concept car Kalashnikov CV-1

No sabemos si este vehículo se llevará a producción, ojalá porque quiero ver la cara de los agentes de tráfico al toparse con un coche con este aspecto circulando por una de las ciudades que van a prohibir los coches diésel o 'viejos' mostrando en la luna delantera la pegatina Eco...