Allá por 2006, Ferrari construyó una de esas unidades exclusivas destinadas a una figura importante, como era, en este caso, James Glickenhaus. Un coche único que, a diferencia de otros modelos exclusivos, no está en una colección, sino que circula por las calles. Y, lógicamente, también se ensucia. Así se lava un Ferrari P4/5 de Pininfarina.

A pesar de los años que han pasado desde su presentación, el Ferrari P4/5 de Pininfarina sigue siendo uno de los modelos más icónicos de la historia reciente de la marca del Cavallino.

Glickenhaus está enamorado de su deportivo y lo conduce con frecuencia. Así que, de vez en cuando, debe pasar por una sesión de lavado, como cualquier otro automóvil para mantenerse reluciente. 

Así se lava un Ferrari P4/5 de Pininfarina

Han pasado más de 15 años desde que el P4/5 de Pininfarina fue construido para James Glickenhaus y, sin embargo, sigue siendo uno de los modelos de Ferrari más icónicos y únicos en la memoria reciente.

El encargado de limpiar el exclusivo coche es Larry Kosilla, de Ammy NYC, quien además ha practicado una ligera corrección en la pintura. El proceso empieza con un enjuagado de la carrocería antes de ser cubierta completamente de espuma para limpiar la superficie. 

Después, continúa con el lavado de las llantas para continuar con la limpieza de algunas áreas específicas, utilizando un pequeño cepillo. Luego, sigue con el lavado a mano y secado con una toalla de microfibra y aire comprimido. 

Una vez limpiado el exterior, el equipo empezó a trabajar en el interior, eliminando cualquier resto de suciedad con mucho mimo en todas las superficies del habitáculo y asegurándose de que quedaba tan bien como cuando salió de fábrica. 

Por último, finalizada la fase de lavado, Kosilla procedió a la corrección de algunas pequeñas imperfecciones que presentaba la pintura roja, así como las inserciones de fibra de carbono brillantes.