El M5 incombustible: más de 650.000 km y sigue al pie del cañón

BMW M5 E39

Victor Delgado

Está en la flor de la vida.

Comprar un coche nuevo es una experiencia que todo amante de los automóviles debería vivir alguna vez en la vida. Pero los que de verdad somos unos enamorados de esto suspiramos por envejecer con el hierro que hemos comprado, haciéndole el mantenimiento y disfrutándolo día a día hasta su ocaso. Sin embargo, ese ocaso hay veces que se estira mucho, como en el BMW que te enseñamos hoy. Se trata de un Serie 5 de la generación E39, pero no cualquier versión, sino de todo un BMW M5 E39. ¿Y a que no sabes cuántos km tiene ya? Pues te adelanto que son muchos.

Un BMW M5 E39 al que no se le acaba la mecha

En concreto estamos hablando del BMW M5 E39 de un chico estadounidense llamado Alex Palmieri. Palmieri tiene un canal de YouTube, LegitStreetCars, en el que acaba de enseñarnos su nueva adquisición. Se trata de un coche al que muchos podrían llegar a considerar como una tartana, pero nada más lejos de la realidad. El nuevo BMW M5 de Palmieri se encuentra en unas condiciones de uso que ya les gustarían a muchos... pero en su cuentakilómetros marca una cifra impresionante: más de 650.000 km.

De todas formas, en ese número de km hay un 'truco'; y es que el motor original de este BMW M5 E39 fue sustituido por un problema en el anterior. Lo que sí que es cierto es que el 'nuevo' ya tiene más de medio millón de km. Sí, medio millón, un lugar al que muchos taxistas suspiran por llegar. Y tan solo le ha costado 8.000 dólares, que vienen a ser unos 7.100 euros. Lógicamente, un modelo con tantos años necesita que le echen dinero encima para sustitución de piezas de desgaste y mantenimiento, pero no me digas que no es barato en relación a lo que te ofrece.

Una bomba debajo del capó

Hay que decir que el BMW M5 E39 es considerado por muchos el último M5 de verdad gracias, entre otras cosas, a que tan solo se podía configurar con una caja de cambios manual. Además, las ayudas electrónicas eran fácilmente desconectares, haciendo que fuese bastante fácil hacer un poco el bestia con él y disfrutar de la conducción más pura que hay.

Pero a eso también ayuda su motor, un propulsor atmosférico V8 de 5.0 litros y 400 CV de potencia... que consumía poco más de 10 l/100km en conducción por vías rápidas. De todas formas, este coche consumía más aceite del habitual, pero yo, al menos, se lo perdono. Eso sí, si te pesaba el pie ya te podías ir preparando para sacar el fajo de billetes en la gasolinera.