Opinión: ¿han desaparecido los GTI de verdad?

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Recapacita. Piensa. Llora...

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Sé que el titular de este artículo de opinión puede parecer absurdo teniendo en cuenta que prácticamente todos los fabricantes actuales tienen compactos deportivos entre sus filas, pero... ¿han desaparecido los GTI de verdad? Párate a pensarlo un momento y olvídate de los eslóganes publicitarios con los que todas las marcas pretenden convencerte de lo contrario. ¿Ya? Puedes empezar a llorar. 

Vale, quizá creas que me he vuelto demasiado purista al preguntarme si los GTI -aquí tienes a unos cuantos que marcaron una época- han muerto definitivamente pero es que, analizando la situación actual del mercado, no se puede hacer otra cosa. Deja de mirarme así: soy muy consciente de que alternativas como el Volkswagen Golf GTI 2017, el Honda Civic Type R 2017 o el Seat León Cupra 2017 son excelentes ejemplos de que los compactos con argumentos para convencer a los clientes más petrolhead todavía siguen teniendo un futuro... pero éste ya no mola tanto. Ni parece tan prometedor. A pesar de las monstruosas vueltas en el circuito de Nürburgring que sean capaces de firmar. 

VÍDEO: la salvaje vuelta en Nürburgring del Honda Civic Type R 2017

Los pilares básicos de un buen GTI siempre han sido, en esencia, los que permitieron a la primera entrega del Golf más deportivo conquistar a una parcela del público tan importante: reunir deportividad y pasión por la conducción con una practicidad lo suficientemente razonable como para convertirse en un vehículo para usar a diario. ¿Qué ha ocurrido últimamente? Que la segunda variable de la ecuación ha empezado a disfrutar de una posición privilegiada sobre la primera. Y de esto, amigas y amigos, tienen mucha culpa el maldito downsizing y la preocupación desmedida -y desacertada en algunos casos- por el medio ambiente. 

¿Necesita el Golf GTI reinventarse?

Antes de que nadie pueda saltar sobre mí por lo que acabo de escribir, me gustaría dejar claro que soy un firme defensor de las vías alternativas de movilidad en las grandes ciudades y de utilizar el vehículo sólo cuando es realmente necesario. Y por eso nunca me veréis dándole dinero a nadie a cambio de un SUV... diésel. Pero la pregunta de hoy es otra: ¿han desaparecido los GTI de verdad? Mi respuesta es clara y contundente: sí. 

La gracia de llevar un GTI hace algunos años era la de tratar de jugar con él todo lo posible para extraer el jugo de su motor que, generalmente, daba lo mejor de sí en una franja relativamente estrecha del cuentarrevoluciones. El mejor modo de hacerlo era, lógicamente, jugando con el equilibrio de pesos... que habitualmente daba como resultado dejar que el tren posterior saliera a saludar de vez en cuando. Para mí la diversión de conducir un vehículo de este tipo no está en la forma que tiene de alcanzar una determinada velocidad, sino en las posibilidades que te brinda para que, una vez en ella, no la pierdas. Y ahí radica la diferencia entre un buen conductor y un pisapedales. Básicamente. 

¿Qué ha sucedido ahora para que me atreva a decir que han desaparecido los GTI de verdad? Que no hay nadie ahí fuera que no le ponga ojitos a esas caracolas inventadas por el demonio. Sí, hablo de los turbocompresores. Esa herramienta tan útil que, en muchos casos, ha convertido la conducción en una actividad exenta de emociones que no requiere de los usuarios más que apretar un pedal olvidándose de utilizar la caja de cambios. ¿Dónde ha quedado el tener que reducir una o dos marchas para llegar hasta la cima de una cresta pronunciada? ¿Y afrontar una sucesión de curvas en un puerto de montaña sabiendo que, en el momento en que el motor caiga por debajo de las 4.000 vueltas, te habrás quedado sin empuje? Esa tensión es divertida, enriquecedora y necesaria para mantener la atención al volante. Y además nos impediría ir con el teléfono en la mano respondiendo los WhatsApp del grupo ‘Regalo para Mari Carmen’ por tenerla ocupada meneando la palanca como auténticos posesos. 

Como siempre en estos casos, a todo el equipo de Top Gear nos gustaría conocer vuestras opiniones en nuestras redes sociales. ¿Han desaparecido los GTI de verdad? Qué viejo me he sentido escribiendo esto... y tengo 28 años. Maldita sea. 

Etiquetas: GTI, Opinión