Opinión: ¿tiene sentido un coche híbrido diésel?

Prueba Mercedes Clase E 300 de
Una oportunidad que el diésel no esperaba.

Pocos esperaban ver un diésel entre los coches híbridos más interesantes del mercado, sin embargo, unir un coche híbrido y un diésel puede no ser una mala idea. El Mercedes Clase E de de esta prueba es el primero que utiliza esta fórmula para conseguir eficiencia a lo bestia, una fórmula que podría dar alas al diésel como combustible interesante en el futuro. ¿Tiene sentido un coche híbrido diésel

La brutal campaña de desprestigio que lleva afectando al diésel en los últimos años ha hecho que este tipo de vehículos pase del 70% al 25% entre los coches nuevos que se venden en nuestro país. La mayor eficiencia de los coches de gasolina también ha interferido en esta ecuación, pero ojo porque el diésel no está muerto.

Prueba Mercedes Clase E 300 de

No, no lo está. Sigue siendo más eficiente en términos de consumos y, además, emite menos CO2. El único 'pero' es una mayor contaminación de NOX y micropartículas derivadas de la combustión del gasóleo, pero que gracias a los nuevos filtros de partículas y a la ayuda química del AdBlue se están reduciendo a pasos agigantados.

La gente escucha híbrido y se le ilumina la vista, pero muchos de los coches híbridos actuales son muy poco eficientes: en demasiadas ocasiones utilizan grandes y potentes motores de gasolina que consumen y emiten mucho CO2, un consumo y unas emisiones que se ven incrementadas por el extra de peso que tiene que arrastrar gracias a las baterías necesarias para dar vida al propulsor eléctrico.

Prueba Mercedes Clase E 300 de

En cambio, si se utiliza un motor diésel, con más par, la eficiencia puede llegar también incluso cuando la electricidad dice adiós. Si los ingenieros son capaces de reducir a la mínima expresión las partículas más nocivas de los diésel, un coche híbrido diésel no solo será una opción interesante, sino que podría convertirse en la opción más limpia sobre el tablero.

Los diésel cada vez son más limpios y refinados y si lo unimos a la eficiencia brutal en ciudad de un motor eléctrico, podemos conseguir el coche perfecto. Mercedes es la primera que ha dado el paso, pero seguro que no será la última. ¿Te apuestas algo?