Opinión: ¿Por qué las ventas de coches híbridos crecen, pero no se disparan?

Averías coches híbridos

Victor Delgado

¿Están los consumidores preparados para un cambio en la movilidad?

Es cierto, los coches híbridos están cada vez más asentados en nuestro país. Representan el paso previo a comprarse un eléctrico, y son perfectos para todos aquellos compradores potenciales que estarían dispuestos a comprarse un eléctrico… pero no que lo hacen porque tienen miedo a quedarse sin autonomía. Y tampoco pueden permitirse un coche de más de 60.000 euros, con lo que al final se deciden por uno de los mejores coches híbridos a la venta.

La cuestión es que, por una u otra razón, las ventas de coches híbridos mejoran, pero no acaban de despegar como deberían en comparación con todos los coches nuevos que se venden. ¿Qué es lo que está pasando? Al fin y al cabo no parece que haya ningún impedimento que no les permita dar el paso definitivo. Analicemos las posibles causas.

Todavía no son conocidos

A pesar de que la publicidad en el mundo de la automoción está encaminada a que el cliente objetivo de estos coches conozca el producto, la realidad es que no es así. He hablado con mucha gente interesada en comprar un coche híbrido, pero desconoce la variedad de los mismos. Enchufable, no enchufable, de gas, mild hybrid… son muchas opciones.

Hyundai Kona híbrido motor

Imagínate que quieres comprar un mueble personalizado y has de asistir a una charla sobre ebanistería. Salvo que te dediques al sector o seas muy aficionado a él, lo más normal es que te quedes con la misma cara de póker con la que me miraba la gente a la que explicaba todos los coches híbridos que se pueden comprar.

Falta de una red de recarga sólida

Un coche híbrido no enchufable es, quizá, la mejor opción a día de hoy. Para todos los demás tienes que depender de una red de recarga que no es la que debería ser. Muchos de los enchufes públicos para coches eléctricos (y hasta en parkings privados) requieren un montón de farragoso papeleo con el Ayuntamiento de turno, y eso siempre que no estén ocupados. O directamente no están activados, son víctimas del vandalismo y no funcionan, etc.

Eso por no hablar de las estaciones de servicio en las que se puede recargar un tanque de gas. Es verdad que las de GLP se van extendiendo poco a poco, pero las de GNC se pueden contar casi con los dedos de una mano. La gran pregunta es: si el parque móvil español todavía tiene un porcentaje residual de este tipo de coches y es difícil recargarlos, ¿qué pasará cuando crezca de manera exponencial?

Siguen siendo un poco más caros

Vehículo híbrido

Voy a poner un ejemplo muy simple. El precio oficial de un Seat León de 115 CV parte de menos de 18.000 euros. El de un Toyota Corolla de potencia similar, arranca en casi 21.000 euros. Para alguien que desconozca cuánto se va a ahorrar en combustible a lo largo de la vida útil del vehículo (o no le apetezca calcularlo, ya sabemos que a todos nos gusta que nos lo den todo ‘mascadito’), eso es lo que más le llama la atención. Y le será muy difícil reflexionar más allá de esos 3.000 euros más.

¿Solución? Me quito de líos y me voy a por el tradicional, que encima es más barato. Porque entre esos ‘líos’ volvemos al tema del precio, ya que si es enchufable lo más normal es que tengas que gastarte la pasta en poner una toma de recarga en tu garaje. Lo cual exige no solo más desembolso, sino ‘pegarte’ con tu comunidad en caso de que no tengas una plaza individual, obtener los permisos necesarios…

¿Son necesarios fuera de las grandes ciudades?

Cuando vives en una ciudad con un área metropolitana que ronda los seis millones de habitantes, como Madrid o Barcelona, las ventajas de un coche híbrido son muchas. Descuentos en aparcamientos por la ciudad, posibilidad de circular por carriles con menos tráfico, entrada permitida en períodos de alta contaminación… Pero, ¿cómo podría interesarle un coche híbrido a un conductor de Badajoz, Albacete o León?

Al final, los habitantes de esas poblaciones no suelen tener problemas de aparcamiento, de atascos, ni de restricciones de circulación por polución. Así que el retorno al punto anterior es obligado: ¿por qué gastarse más en comprar un coche híbrido? Para dar respuesta a esa pregunta es necesario saber si se está comprometido con el medio ambiente, cosa que no ocurre con todo el mundo, o echar una tarde haciendo cuentas sobre si compensa o no, algo que seguramente pase con menos gente todavía.

Gran Bretaña podría prohibir los coches híbridos en 2040

Conclusión

Soy un ferviente defensor de los coches híbridos. Creo que son estupendos por consumos y agrado de conducción; e incluso hay algunos muy divertidos (y potentes). Pero hay varias cosas a mejorar para que despeguen sus ventas. Lo primero es que haya una red de recarga de verdad para los que sean enchufables. Lo segundo es que su popularización vaya acompañada de una bajada de los precios. Ya están cerca de los de combustión, solo hay que acercarse un poco más.

Y la tercera cuestión es más complicada, y trata de que los consumidores se preocupen por lo que van a comprar, se informen y echen cuentas para saber si les compensa o no. La publicidad e información por parte de los fabricantes es abundante al respecto pero, ¿qué pueden hacer si el cliente final no se interesa por las nuevas formas de movilidad?