Nada más volver de Perú, donde se encontraba disputando el Rally Dakar 2019, y tras revisar sus perfiles en redes sociales, Carlos Sainz se encontró con una desagradable situación que no dudó en denunciar públicamente: su hija Ana había sufrido una peligrosa agresión mientras viajaba en Uber en Madrid, fruto de la guerra existente entre taxistas y conductores VTC.

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La guerra entre taxistas y conductores VTC por las condiciones de uso de unos y de otros está superando los límites y afecta cada vez más a los usuarios, incluso físicamente, lejos de ser una lucha por mejores condiciones para ambos ante las autoridades competentes. A las imágenes de agresiones y ataques que ya hemos visto en varios medios se suman las de peligrosa agresión sufrida por la hija de Carlos Sainz mientras iba en Uber hace unos días.

Las imágenes fueron compartidas inicialmente por Reyes, esposa de Carlos Sainz y madre de Ana, la afectada. Sin embargo, al ser privada su cuenta de Instagram, no trascendió la gravedad de la peligrosa agresión más allá de sus palabras. Al verlo, Sainz, que ya ha regresado a España desde el Dakar, expresó su preocupación y, cómo no, su enfado. “¡A mi vuelta me entero de esto! Completamente indignado, pero sé que el gremio de los taxistas no puede apoyar este tipo de agresiones, ayer mi hija estuvo a punto de tener un incidente muy serio. ¡¡Así no!!”.

Carlos Sainz hijo ha compartido en redes sociales lo sucedido y repitió las palabras de su padre: “Se podrían haber hecho mucho daño o algo peor (…) pongan fin a esta situación”. Al tweet le acompañó el vídeo, en el que se ven imágenes del interior de un coche VTC en el que ha entrado a través del cristal delantero derecho una piedra de grandes dimensiones… a escasos centímetros de donde se encontraba la usuaria del servicio.

El vídeo cuenta ya con miles de reproducciones y ha tenido una repercusión en todo tipo de medios nacionales… Una clave para que no se vuelvan a repetir este tipo de agresiones, que podrían provocar lesiones a los usuarios, que es al final quienes menos culpa tienen y simplemente eligen el mejor servicio disponible para cumplir con sus necesidades. Afortunadamente esta vez se quedó en un susto.

Foto: Uber