¿Sabías que Playboy también fabricó automóviles?

Playboy Motor Cars
No conoces su historia. Es normal.

Es muy posible que si te digo que Playboy es una marca totalmente desconocida para una gran parte del público, tu sucia mente te juegue una mala pasada haciéndote creer lo contrario: ¿cómo puede ser que el sello de Hugh Hefner no sea conocido por todo el mundo? Pues porque no hablamos de lo mismo. Bueno, sí. Pero no. Es complicado. 

Entrevista con otro visionario: el fundador de Faraday Future

Aunque no lo creas, la idea para que el recién fallecido Hugh Hefner bautizara a su revista de contenido picantón fundada en 1953 no vino de una noche repleta de inspiración... sino de la madre de uno de sus amigos. Y te juro que va en serio: pocos años antes había formado parte de una pequeña empresa de automóviles que nunca llegó a alzar el vuelo y creyó que podría ser una buena jugada que el mayor amante de las batas diera a conocer su producto de ese modo. Y tanto que lo fue. Pero, ¿qué era Playboy antes? 

Corría el año 1946 cuando Louis Horowitz, Charles D. Thomas y Richardson Normando decidieron fundar su propia empresa en Búfalo -Nueva York, donde la Policía patrulla con estos coches- con una idea muy clara en mente: fabricar un vehículo por menos de mil dólares que resultara atractivo, económico y práctico para ser utilizado por los hogares norteamericanos como segundo coche. Como ya te habrás imaginado, aquella época no era precisamente fácil para nadie y querer venderle un automóvil de menos de mil pavos a alguien que a duras penas podría tenerlo incluso como primera opción no terminó de cuajar. 

VÍDEO: un rato de charla con otro Hugh de los grandes. Grant, claro

A pesar de tener que declararse en bancarrota sólo tres años después de haber comenzado su andadura, lo cierto es que Playboy Motor Cars aprovechó bien el tiempo: para 1949 ya tendría terminados hasta 97 prototipos fabricados a mano antes de articular toda la maquinaria para su entrada a producción masiva que, propulsados por un modesto bloque de cuatro cilindros firmado por Continental de 40 CV podían alcanzar velocidades que rondaban los 120 km/h. 

¿Cómo te has quedado? Ahora conoces la verdadera historia del origen de Playboy. Y no te avergonzará contarla a tus amistades. De nada, ¿eh?