Cuando te dispones a hacer la prueba del Volvo XC40 llegas con las expectativas muy altas. Y es que este Volvo XC40 fue elegido ‘Coche del Año en Europa’ en 2018, convirtiéndose en el primer modelo de los suecos en lograrlo, entre candidatos de la talla del Seat Ibiza o el BMW Serie 5. Una cosa muy seria. 

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Se trata además de una versión del XC40 muy lógica: el D3 AWD con acabado R-Design: es decir, que estamos ante una versión diésel, la más accesible de la gama, y de un SUV compacto con tracción total que además, a nivel estético reúne algunas de las características más apreciadas de los exquisitos XC60 y XC90, sus hermanos mayores, como son la parrilla o los faros con tecnología Full LED inspirados en el martillo de Thor… y tan prácticos como él si conducimos de noche gracias a su visibilidad. 

El atractivo del Volvo XC40 de esta prueba es incuestionable. Realmente, su diseño es simple, limpio y puro, cumpliendo con su genética nórdica, pero a esto hay que sumar la carrocería bitono con el techo acabado en negro ‘Black Stone’, unas imponentes llantas de 21 pulgadas que con su carrocería compacta, le dan un aspecto general muy de ‘prototipo’, lo que consigue captar más miradas de las que podrías esperar; la calle está llena de SUV, sin duda, pero está claro que unos llaman la atención más que otros… Gusta. 

Una vez dentro del habitáculo, lo que más me sorprende es la sensación de amplitud, potenciada por el techo panorámico. Aunque no es solo percepción… con una batalla de 2.702 mm, los pasajeros de los asientos traseros se beneficiarán de un gran espacio para las piernas. Vaya por delante que la versión R-Design del XC40 no está enfocada al lujo -apuesta por el Inscription si buscas otro nivel- y aunque los acabados son buenos y todo está bien rematado, también encontramos el cuestionado negro piano brillante rodeando la pantalla vertical del sistema de infoentretenimiento, algo que pondrá de los nervios a los maniáticos de las huellas y del polvo. 

Pero lo cierto es que la gran mayoría de los materiales son agradables al tacto y los asientos de cuero Fine Nappa/nobuk calefactables, con las costuras en contraste -y la banderita de Suecia para que nadie olvide sus orígenes- ofrecen una gran comodidad con el objetivo de crear una atmósfera realmente agradable. 

El sistema de climatización, que se puede manejar a través de la pantalla central cuenta además con tecnología CleanZone para purificar el aire en el interior; gran característica para estos tiempos raros en los que viajar acompañado lleva condiciones. 

Volviendo a la pantalla, me gusta la nitidez que tiene su imagen, incluso aunque le dé el sol directamente, y lo intuitivo que es su manejo. Incluye el sistema Sensus Navigation, con navegador que se puede ver también en el cuadro de instrumentación digital de 12,3 pulgadas, entre los relojes cuyo aspecto podrás personalizar. Muestra también las imágenes de la cámara de 360 grados que convierte cualquier maniobra de aparcamiento en un juego de niños; una de las mejores y más prácticas del segmento. 

A esto hay que sumar un gran número de huecos y rejillas portaobjetos repartidos por todo el habitáculo y un maletero de 460 litros ampliables hasta 1.336 litros con los asientos traseros abatidos, con una amplia boca de carga y prácticas soluciones como colgadores para las bolsas en su interior y función de apertura manos libres. Queda claro que las soluciones prácticas han sido una prioridad y me da en la nariz que esto será algo que guste al cliente potencial que se acerque a él. ¡Conmigo lo ha conseguido!

Prueba Volvo XC40: bajó el capó, su otro gran aliado

Como te decía, el Volvo XC40 de esta prueba está propulsado por el motor diésel más dócil, el D3 de 150 CV, asociado al cambio automático de convertidor de par y 8 velocidades y tracción total; realmente, no es que sea dócil ya que tiene suficiente empuje -su potencia está ofrece 370 Nm de par disponibles entre 1.750 y 3.000 rpm- y mueve el conjunto con soltura, pero se nota que no está enfocado a las prestaciones, sino al confort y al consumo contenido. Pero para el modelo que nos compete, eso no es tan malo... 

Con el acabado R-Design cuenta con el chasis deportivo de serie y en modo Dynamic, con un reparto de par 50/50, consigue moverse como un 4x4, con agilidad tanto en vías rápidas como en carreteras más reviradas, demostrando un gran equilibrio.

Los modos Eco -con función de marcha por inercia entre 65 y 140 km/h- y Comfort, sin embargo, te invitan a una conducción relajada en la que la dirección y la suspensión se relajan para un comportamiento más blando -quizá demasiado para mi gusto- y el XC40 se convierte en un tracción delantera. 

En la ciudad serán tu mejores aliados. Aunque homologa 6,3 litros a los 100 km de media, durante la prueba logré una cifra de 7,5 litros, con un buen número de kilómetros urbanos, pero aun así es un buen dato para este SUV "todoterreno" con tan imponentes llantas: apto para moverse por la ciudad con la facilidad de un coche compacto, viajar por carretera con el placer de una berlina e incluso capacitado para hacer sus pinitos fuera del asfalto, a través del modo off-road disponible hasta velocidades de 40 km/h.

Veredicto

La prueba del Volvo XC40 D3 AWD R-Design tiene un precio: está disponible desde 45.919 euros... Solo con sumarle el precio de las llantas de 21 pulgadas de esta unidad, que cuestan 2.474 euros, o el especial color de su carrocería (suma otros 1.349 euros) nos acercamos peligrosamente a los 50.000 euros.

Pero ser el coche del año no es baladí y tras haberlo conducido, creemos que que este Volvo es capaz de convencer de sus capacidades.