Así quiere la DGT endurecer las normas para que los mayores de 65 años tengan carné de conducir

Mayores al volante

Renovar el carné de conducir es, a priori, un mero trámite: pasar el psicotécnico y entregar la documentación necesaria. Sin embargo, la DGT está sopesando cambiar el sistema y uno de los puntos clave pasa por endurecer las normas para que los mayores de 65 años tengan carné de conducir.

Actualmente esa es la edad que establece una diferencia clave: los conductores más jóvenes de ella tienen que renovarlo cada 10 años, mientras que los que la supera tienen que para el proceso cada cinco años.

Estamos hablando de los carnés de coche y moto (AM, A1, A2, A y B) que son los más comunes. Sin embargo, para los vehículos más pesados (del C para arriba) la periodicidad es de tres años.

Ahora, la Dirección General de Tráfico está barajando ideas para cambiar estos periodos y hacerlos más estrictos. Sin embargo, todavía no se ha hablado de cuándo podrían entrar en vigor estos cambios y todavía no se tiene claro ni cuáles serían estos nuevos periodos.

Esto se debe a que no sería una cantidad fija a partir de los 65 años, la idea es adaptar los tiempos de renovación por grupos de edad adaptándolos a la evolución psicofísica de las personas. Tiene lógica y deja entrever que, de manera progresiva se irían recortando los espacios de tiempo, pues a mayor edad, mayor deterioro de las capacidades cognitivas.

La decisión no se está tomando a la ligera, si no con los datos en la mano. En los últimos años en España hay alrededor de 4 millones de conductores con más de 65 años y diversos estudios apuntan a que es un grupo que tiende a sufrir despistes más que cualquier otro.

Así, tienen mayores posibilidades de sufrir choques laterales, de cometer alguna infracción en una intersección y, sobre todo, de saltarse un stop. 

Eso sí, también hay que reconocer que según datos de la propia DGT, en términos generales son más prudentes y presentan menores tendencias en las probabilidades de exceder el límite de velocidad, tener colisiones frontales, no usar el cinturón o invadir el carril contrario.

Por último, un estudio de Dekra señaló que en el periodo de 2020 a 2018 solo este grupo de conductores mayores de 65 años experimentó un aumento de fallecidos (un 5% más), en el resto se redujeron las muertes al volante.