Renault Scenic y otros monovolúmenes: ¿siguen teniendo sentido?

El Renault Scénic incorpora de serie llantas de 20 pulgadas.
Mucho espacio y practicidad por menos de 20.000 euros.

El concepto de coche familiar cada vez tiene menos sentido. Ha sufrido una importante metamorfosis desde los monovolúmenes clásicos como el Renault Scenic hasta el mundo de los SUV, como el Seat Ateca o el Nissan Qashqai. ¿Tienen sentido los monovolúmenes? ¿Tienen sentido los SUV como coches familiares? ¿Hasta cuándo seguirá esta tendencia?

La SUVización del mercado es incuestionable: a día de hoy un Volkswagen T-Cross vende más que un Volkswagen Polo y un T-Roc vende más que un Volkswagen Golf. También un Arona se vende más que un Ibiza. En este contexto en el que los SUV han acabado con casi todos los segmentos, quizás el segmento de los monovolúmenes sea el más evidente.

Larga vida a los coches familiares

Y no, un SUV no es un coche familiar. Primero: no es tan amplio. Segundo: no cuenta con ciertos elementos pensados únicamente para facilitar la vida a sus usuarios, como multitud de huecos portaobjetos o una gran facilidad de acceso. Tercero: no tienen un maletero tan alto. Cuarto: no son tan eficientes para realizar largos viajes. Y quinto: no son tan cómodos.

Son multitud de cuestiones positivas como para no echar un vistazo al segmento de los monovolúmenes. Creo que al menos merecen una oportunidad y viendo las listas de ventas, parece claro que a día de hoy son una alternativa para un segmento muy pequeño de los clientes potenciales.

Un problema de imagen

Un coche no es solo una manera de moverse, es también el reflejo de tu personalidad. Una cuestión de imagen. Y ese es el principal problema de los monovolúmenes: la gente prefiere pagar mas e ir peor pero en un coche 'guay' que no ir en un monovolumen poco popular. ¡Y eso que hay ejemplares que son bien chulos a nivel estético.

La fiebre SUV ha demostrado algo: la gente compra el coche con los ojos y utiliza más el corazón que la cabeza a la hora de tomar la decisión. Vivimos un mundo en el que la racionalidad muchas veces pasa a un segundo plano, mientras que el 'qué dirán' parece gobernar parte de nuestras decisiones.

Volkswagen ID.Buzz

Y una sociedad así tiene mucho de qué preocuparse. Sin embargo, creo que los coches eléctricos terminarán por ser la puntilla a los monovolúmenes clásicos, tal como los conocemos. ¿Por qué? La configuración casi ilimitada de los vehículos sin motor de combustión permitirá crear nuevas formas, más atractivas, con interiores súper amplios, luminosos y prácticos.

Aún así, los coches creados para satisfacer necesidades de movilidad múltiples seguirán existiendo y los monovolúmenes seguirán siendo una alternativa, pero creo que solo para aquellos que tengan unas necesidades muy concretas: familias numerosas (cada vez más raras de ver) o soluciones de coche compartido. El monovolumen clásico sigue siendo interesante a día de hoy pero tiene un futuro bastante negro por delante.