¿Un Rolls Royce Cullinan naranja? El dinero todo lo puede

Rolls-Royce Cullinan naranja

Victor Delgado

Pero el gusto no se puede comprar.

Ahora mismo se me ocurren pocos coches ya no más caros, sino que exhiban una sensación de riqueza mayor que el Rolls-Royce Cullinan. Incluso si son coches deportivos. Este SUV de Rolls-Royce tiene algo de lo que la gran mayoría de vehículos no puede presumir: derrocha clase por los cuatro costados. Sin embargo, el Cullinan puede ser tan llamativo como tirar al suelo una batería de cocina en una biblioteca. Y si no, mira este ejemplo digno de repartir bombonas por tu barrio.

Un Rolls-Royce Cullinan naranja

Puestos a encargar un Rolls-Royce Cullinan, el primer SUV de la firma británica de lujo, qué mejor que hacerlo a lo grande. Al fin y al cabo una de sus funciones es llamar la atención sobre el dinero que tienes. Así que, ¿por qué no darle un empujoncito para que sea un poco más estridente? Y así, señores, es como se acaba comprando un Rolls-Royce Cullinan naranja. Un color que no deja indiferente.

Rolls-Royce Cullinan naranja interior

Este ejemplar ha sido presentado en el Monterey Car Week 2019, que acaba de cerrar sus puertas esta misma semana. Se trata de una unidad encargada por un cliente especial, Michael Fux. Un inmigrante cubano que pasó de la más absoluta pobreza a ser uno de los mayores empresarios de todos los Estados Unidos. De hecho, a sus manos fue a parar el primer McLaren Senna que pisó el territorio yanqui.

El caso es que el bueno de Fux nos ha demostrado, una vez más, que el dinero no puede comprar el buen gusto. Porque no vamos a negarlo: este Rolls-Royce Cullinan naranja no es el colmo ni de la sutileza ni de la clase. Quizá en otro color… Pero bueno, Fux sabe mucho de eso, ya que este es su decimosegundo coche de la marca de Reino Unido, y el décimo pintado en un tono específico creado exclusivamente para él.

Rolls-Royce Cullinan naranja trasera

De hecho, el color se ha llamado Naranja Fux. El propio Fux ha reconocido que vio el color cuando estaba en el sur de Florida. Para terminar el coche ha hecho falta un año, ya que ha sido pulido a mano durante varias horas y se han usado hasta siete capas de pintura. Las llantas, por cierto, son negras; y dentro de lo llamativo que es el coche… casi que es la mejor elección. Además, en el centro cuentan con un pequeño adorno en naranja.

Para terminar, por dentro va a juego. Todo es de piel blanca, pero dispone de costuras y de molduras en el mismo Naranja Fux que la carrocería. ¡Ah! Y las alfombrillas son de lana de cordero. Un imprescindible.