Un ruso crea una llanta ligera a partir de una de acero

llanta
Art Attack para mayores.

Los chicos de Garage 54 se están haciendo un nombre en Youtube y en el mundillo del motor: este equipo de mecánicos rusos lleva meses subiendo a internet experimentos y trabajos de lo más peculiares: han hecho carrocerías de cemento, explotado neumáticos dentro de habitáculos, utilizado tapas de alcantarilla como si fueran ruedas, enterrado coches durante un año para ver si después funcionaban… y ahora han decidido transformar una llanta de acero en una ligera.

Comparado con su historial, parece un trabajo mucho menos loco de lo habitual, pero no deja de ser una pequeña locura. Entendemos el motivo: las llantas de acero, incluso con un tapacubos, le restan pedigrí al coche, “visten” poco y despiden un aroma a baratillo que no gusta. Así que, si sabes cómo, ¿por qué no transformarla en una que parezca de aleación?

El modelo a seguir es una llanta Vossen de cinco radios, y el proceso para conseguirla no es muy complicado, pero hay que ponerse a ello: primero toman cinco radios de pala ancha con al longitud exacta que va del centro al perímetro de la rueda, después los sueldan a ésta, respetando la tornillería y la pieza central; acto seguido, directamente cortan el sobrante de la llanta, que ya poco tiene que ver con la original; y el último remate es pintarla para darle un acabado bitono.

Después de todo ello, tienen que realizar mediciones para ver cómo está el reparto de pesos para igualarlo y, tras esto, la monta sobre un Mercedes y, tan seguros como están de su creación, se van a probarla. Todo un éxito.