El uso del cinturón de seguridad en España es obligatorio desde 1975 para los asientos delanteros y desde 1992 para los traseros. No usarlo es una infracción grave penalizada con 200 euros de multa y con la pérdida de 3 puntos en el carné si eres el conductor. Pero como lo usamos de manera automática no nos damos cuenta de un botón que hay en la mitad de la cinta.

La cotidianidad con la que lo utilizamos nos impide fijarnos en ese pequeño detalle que cobra una vital importancia sin apenas fijarnos. Y es que no activa nada ni tiene utilidad para el usuario, pero cumple una función que nos ayudará a abrocharlo.

Nuestros compañeros de Autobild nos mostraron el camino hacia la explicación. Cuando te pones el cinturón, la cinta se extiende todo lo que necesitas. Y si ese movimiento lo hacemos de manera lenta,  puedes inclinarte hacia adelante o hacia los lados. Así te darás cuenta de que el cinturón cede.

Sin embargo, si el coche sufre un movimiento brusco, como pueda ser un frenazo o un accidente, el cinturón se bloquea y no deja que te muevas. Esta circunstancia se debe a que la cinta está conectada a un mecanismo retractor fabricado con un resorte y una bobina. Asimismo, también cuenta con unos pretensores que bloquean todo en menos de un segundo.

Pero vamos al citado botón intermedio que hay en la cinta y que también puede ser de gran utilidad. Su función principal es la de servir de tope para que la hebilla no se mueva por la cinta y, de esta forma, podamos encontrarla siempre cerca del enganche del asiento. Así no perderemos tiempo buscándola por todo el cinturón.

Ahora bien, si por alguna razón este botón del cinturón de seguridad se suelta, deberás ponerlo de nuevo, porque sino la hebilla se moverá por toda la cinta y cuando vayas a cogerla, te costará encontrarla.

Historia del cinturón de seguridad

La historia del cinturón de seguridad no es paralela a la del automóvil. Los primeros indicios de su existencia se remontan al año 1885, y no fueron ideados para el automóvil de Daimler, sino para evitar que en los baches los pasajeros de un coche de caballos se cayeran de su asiento. 

Décadas más tarde (en 1948) fue Preston Tucker quien montó un cinturón de seguridad de dos puntos de anclaje en su conocido Torpedo.

Como no podía ser de otra manera, llegaron otros que imitaron a Tucker. Fueron Nash y Ford (en 1949 y 1955 respectivamente), quienes dotaron a varios de sus automóviles con este sistema de manera opcional. En 1957, Saab fue el primer fabricante en dotar de serie a un vehículo con cinturón de seguridad con su modelo 93.

Y un año después, en 1958, se inventó el cinturón de seguridad de tres puntos tal y como lo conocemos hoy. Este elemento fue idea del ingeniero sueco Nils Bohlin quien perfeccionó y adaptó a su forma moderna, que hoy en día conocemos y usamos a diario.