¿Sabías que el Lexus IS300 montó el motor 2JZ?

Lexus IS300

Gustavo López Sirvent

Equipaba un propulsor de 6 cilindros en línea y 3.0 litros que desarrollaba 213 CV

Si tiráramos de hemeroteca, a buen seguro que encontramos una ristra de coches que originariamente, salidos del concesionario, montaban motores de otras marcas. Sin ir más lejos, ¿sabías que el Lexus IS300 montó un propulsor Toyota 2JZ? Pues sí, así fue. Fue en el año 2001 cuando montó el 6 cilindros en línea con tracción trasera y caja de cambios manual.

Cabe recordar que Lexus nació del deseo de Toyota de competir contra las marcas premium principalmente en el mercado norteamericano. Por esta razón se lanzó como Toyota Altezza, ya que Lexus era una marca únicamente para exportación en esos años. Tal fue el éxito en Japón que para 1999, ese mismo coche debutó en Europa bajo la denominación de Lexus IS200.

Ese coche aterrizó con un motor gasolina con 155 CV, hecho que en el mercado europeo le hacía ser un coche más. Por eso, dos años más tarde llegó el IS300. Ahí se incorporó el 2JZ de Toyota, que era un seis cilindros en línea y tres litros, que desarrollaba 213 CV. O lo que es lo mismo, el mismo motor que montaba el añorado Toyota Supra MKIV (pero sin sus dos turbos). 

Aquí van más datos que te pueden dar una idea de la identidad deportiva de esta berlina: registraba 288 Nm de par máximo a 3.800 rpm, contaba con una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y su velocidad máxima era de 230 km/h. No estaba nada mal para pesar 1.475 kg.

Como puedes imaginar, ante tamaño motor de gasolina, el consumo no iba a ser reducido. El gasto medio era de 10,8 litros a los 100 kilómetros. Como también eran altas sus emisiones de CO2, que alcanzaban los 256 g/km.

Su carrocería era elegante, a la par que deportiva. Contaba con llantas de 17 pulgadas bien pertrechadas en unos grandes pasos de rueda, sobre todo la trasera, que era más alta que la delantera. Este hecho le confería cierto dinamismo, ya que el coche caía hacia delante.

En el interior se podía disfrutar de asientos de cuero y tapizados de alta calidad, pero no tanto los plásticos duros de la parte inferior de los tapizados, salpicadero y consola central. Otro de los detalles que Lexus cuidó fue su cuadro de instrumentos, que emulaba la esfera de un reloj de pulsera.

Además, presentaba un buen espacio interior gracias a su batalla de 2,67 metros. Era un coche amplio como demuestran sus 4,44 metros de longitud, 1,72 metros de ancho y 1,42 de alto. Disponía de un maletero de 400 litros.