Seat Arona 1.6 TDI: ¿el mejor motor para el pequeño SUV de Seat?

Seat Arona
¿95 o 115 CV? Tú eliges.

No hay duda que el Seat Arona 1.6 TDI es el típico coche que lo tiene todo para triunfar, como ocurre con otros SUV súper ventas como el Nissan Qashqai con su versión Q-Line. Pequeño y manejable, con un diseño chulo, un precio aceptable y un motor que es un mechero. Mucha, muchísima gente no necesita nada más. Tal es el éxito, que el Seat Arona ya ha superado en ventas al propio Ibiza, algo que hace unos años nos habría parecido una broma de mal gusto.

Y dentro de su gama de motores, con potencias que van desde los 90 hasta los 150 CV, el Arona tiene dos versiones que capitalizan buenas partes de las ventas y que se antojan como las más sensatas: el Seat Arona con el motor 1.6 TDI y el motor 1.0 TFSI de tres cilindros. Hoy me voy a centrar en el diésel, porque creo que todavía está muy vivo.

El diésel, ¿muerto?

Para nada: en el Seat Arona diésel puedes poner sobre la mesa unas prestaciones suficientes combinadas con un consumo realmente bajo. Es cierto que el motor de gasolina también consigue un consumo homologado realmente atractivo, pero ojo, porque no es lo mismo las pruebas homologadas que el consumo real: con el WTLP las diferencias han bajado, pero un diésel, en el uso real, siempre consigue mejores consumos que un gasolina equivalente.

Seat Arona TGI

Por ejemplo: un Seat Arona 1.6 TDi con 115 CV consigue un consumo medio homologado de 4,3 litros. ¡Medio! Eso significa que en carretera, con un ritmo tranquilo y tirando de marchas largas, puedes rondar fácilmente los 4 litros, ¡o incluso menos! En un gasolina el consumo siempre será superior, especialmente si abusamos de un entorno urbano, donde las diferencias todavía se pueden incrementar más.

La pregunta del millón: ¿95 o 115 CV?

No tengo duda: 115 CV. ¿Por qué? Pues porque la diferencia de precio es mínima y el coche no solo irá más relajado, sino que además, puede llegar a consumir menos. A más potencia, el coche puede ir más a punta de gas, por ejemplo en autopista, por lo que el consumo puede ser menor. O por ejemplo en subidas: con el de 95 es posible que tengas que hundir a fondo el pedal, mientras que en el de 115 CV puedes rebajar algo el consumo ya que el coche no irá tan ahogado.

Además es que la diferencia de precio es irrisoria, por lo que la duda realmente no debería existir. Únicamente sería una opción a considerar en caso de que el concesionario te pueda ofrecer una unidad con una rebaja de precio muy importante. 

Pero no hay duda que el Seat Arona 1.6 TDI es una opción razonable. Por precio y por coste por kilómetro. Obviamente, para que sea una opción rentable tienes que hacer muchos kilómetros en él: si haces 10.000 km al año te recomendaría el 1.0 TSI, que también gana en cuanto a refinamiento. Lo bueno es que estas versiones diésel se pueden sacar con suculentos descuentos en esta época ‘anti-diésel’ que estamos viviendo: si puedes aprovecharte de ello, ¡no lo dudes!