¿Qué fue el Subaru Impreza Cosworth STI CS400 de 2010?

Subaru Impreza Cosworth STI CS400

Miguel Lorente

No fue una edición limitada más

Nos remontamos a la primavera del año 2010, es mayo y estamos todos alterados ante el buen tiempo y la noticia de la edición limitada del Subaru Impreza Cosworth STI CS400.

En esencia, se trataba de un Subaru confiado al mítico preparador británico Cosworth para que le diera una vuelta de tuerca a lo que el departamento STI ya había apretado en Japón. Interesante ¿verdad?

Un coche que de serie salía potenciado por el especialista en preparaciones deportivas de la marca (la última el WRX STI S208) y que era revisado y mejorado por otro externo pero especializado en hacer más exclusivos los modelos más deportivos de algunos fabricantes.

Prueba: WRX STI 2018 VS Impreza Turbo

Así que se trata del Impreza WRX STI de 2008, el compacto de la discordia. Un modelo que sesgó la tradicional berlina deportiva de la marca para transformarse en un coche nuevo, para seguir la tendencia del momento del sector y donde Subaru quería establecerse como uno de los mejores compactos.

Este coche seguía fiel al motor bóxer, turbo pero de 2,5 litros capaz de producir 300 CV y un par de 407 Nm y que, junto a la tracción AWD marca de la casa, que aseguraban tener mejor paso por curva que las versiones anteriores, no solo por las nuevas prestaciones sino por el balance de pesos que hacía que la versión ‘sin culo’ tuviera mejor comportamiento dinámico… eso decían. Por otro lado tenemos a COS-WORTH.

Un nombre mítico desde hace décadas. No solo lo conoces como constructor de motores para competiciones tan importantes como la Formula 1, sino por traer al mundo espectaculares modelos como los Ford Escort RS y Sierra Cosworth o agrandar la leyenda del Mercedes 190 E 2.3-16 cuyo corazón era obra de ellos. ¿Y qué tiene de especial el Impreza STI CS400?

Las especificaciones del Impreza Cosworth STI CS400

Pues, además de ser una pieza de 75 construidas solo para el Reino Unido, que su valor estaba unas 22.000 libras por encima del precio del Subaru WRX STI de serie (de las casi 28.000 como coche nuevo, a las 49.995, es decir, unos 58.000 euros de coche), lo especial es que era que Cosworth había estudiado y trabajado sobre todos los elementos a mejorar.

Y fueron unos cuantos. Por ejemplo, la suspensión se rebajaba 12 mm gracias al nuevo kit de muelles Eibach y amortiguadores Bilstein y una barra estabilizadora ajustable. Los frenos pasaron a tener unas pinzas de seis pistones en vez de cuatro y se añadieron unas ‘paelleras’ de 355 mm de diámetro por 32 de ancho, firmados por AP Racing, que se podían ver a través de las llantas ‘Pro Race’, que aunque tenían las mismas dimensiones que las de serie, le daban una aspecto más de carreras gracias, también, a esa rebaja de la altura.

Para la mecánica decidieron incluir un turbo mayor, pistones de alto rendimiento sacados directamente de su experiencia en la Formula 1, un catalizador menos restrictivo, colectores y sistema de escape de mayor diámetro, un intercooler también más grande, embrague nuevo y otras chuches como un varillaje que acortaba el recorrido de la palanca de cambios. Todo ello gestionado por una centralita reprogramada.

El Subaru Impreza Cosworth STI CS400 ofrecía 400 CV a 5.750 rpm y un par de 542 Nm a 3.950 rpm. La velocidad máxima estaba limitada igualmente a 150 mph (255 km/h) pero el 0-100 lo hacía en 3,7 segundos por los 5,2 originales.

Es cierto que, ocho años después y con una actual guerra abierta de compactos, los Honda Civic Type R, Ford Focus RS, Mercedes-AMG A45, Audi RS3... no solo superan los 300 CV sino que desmarcan de las prestaciones de aquel STI, pero entonces pocos coches podían llegar a los 300 CV y mucho menos alcanzar la de los 400, solo alguna pieza 'rara' como su eterno rival el Mitsubishi Lancer Evo FQ-400. Por lo que no sería de extrañar que, si el actual Subaru WRX STI no es el último, el próximo sea un Impreza STI híbrido.

No te pierdas el vídeo del Mitsubishi Lancer Evo de los 650 CV

Estéticamente, además de las llantas, la carrocería estaba disponible en el gris oscuro mate (casi negro) de las fotos, gris metalizado y rojo Ran Remo, que solo por el nombre, vale la pena pensárselo… bueno, no. En rojo un Impreza, como que no.

Los paragolpes fueron modificados. Incorporaban unas (benditas) rejillas muy similares a la de otra edición especial llamada GB270 o la memorable RB320 (RB del piloto Richard Burns), antinieblas diferentes y un alerón, a modo de cola de pato, en la parte inferior de la luneta trasera. Otros detalles, como los emblemas con el nombre Cosworth delante y en el portón detrás.

En el interior, tan solo una triste pegatina encima de la tapa de la guantera indicaba la singularidad de cada unidad. Los asientos de alcántara y piel lucían otra tapicería con el logo de Cosworth cosido al igual que los traseros y el volante, un sistema multimedia con 10 altavoces diferente al de origen.

Cuál fue el veredicto para el Impreza CS400

A pesar de que, sobre el papel, este Subaru Impreza Cosworth STI CS400 parecía más apetecible, diferentes pruebas y opiniones especializadas solo aplaudían la contundencia en línea recta del coche en el 0-100, incluso en tramos revirados, el par se entregaba tan rápido que, una relación tan corta donde el régimen aprovechable se hace entre las 4.000 y las 6.000, obligaba a que la sucesión de cambios fuera vertiginosa pero poco eficiente a la hora de aprovechar el potencial del coche.

De hecho, las unidades tardaron en venderse tiempo, e incluso, algunos de estos vehículos se volvieron a poner a la venta por un precio inferior al coste, cuando lo habitual es que una edición limitada aumente su valor.

Ocho años después, este coche sigue siendo un unicornio, pocas unidades se ven (por lo menos aquí no hemos olido ni una) y por eso, siempre que podemos, nos desquitamos por no poder conducirlo haciendo la prueba del Subaru WRX STI de turno.

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