Opinión: ¿sería buena idea subir los impuestos de los coches más contaminantes?

Pegatina ECO de la DGT
Parece que tendría lógica en los tiempos que corren.

El desprestigio del diésel, la revolución del coche eléctrico y el respeto por el medio ambiente serán protagonistas en los próximos años en el mundo del automóvil. ¿Tiene sentido entonces subir impuestos a los coches más contaminantes? A priori, todo el del mundo: si el gobierno quiere incentivar la compra de vehículos menos contaminantes es normal que puedan subir los impuestos de los coches más contaminantes para evitar su compra.

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No obstante, hay muchos matices detrás: por ejemplo, ¿por qué subir los impuestos de los coches más contaminantes y no bajar los impuestos de los coches menos contaminantes? No: la situación más beneficiosa siempre para el estado y peor para nuestro bolsillo. Solamente por eso, ya es una situación polémica: parece claro que los coches más contaminantes, que muchas veces son también los más divertidos o emocionantes, se terminarán convirtiendo en un lujo solamente al alcance de aquellos que quieran un vehículo pasional para pasar un buen rato.

Lo que parece evidente es que si se quiere rebajar el peso de los vehículos contaminantes se tendrá que incentivar la compra de coches poco contaminantes, pero la solución no es matar del todo a los coches que contaminan: se debe empezar un proceso progresivo en el que se bajen los impuestos de aquellos coches que no contaminen y, por qué no, gravar más a los que más consuman, pero con moderación y con cabeza: una subida importante de los carburantes o de los coches movidos por carburantes tradicionales podría afectar seriamente a muchas de las economías más sensibles y con problemas.

Creo que el Gobierno de España debería poner sobre la mesa un atractivo plan estratégico del coche poco contaminante, no solamente planteando ayudas importantes para quien compre un vehículo respetuoso con el medio ambiente, sino también para incrementar la infraestructura de carga de este tipo de coches nuevos, ya sean coches híbridos, eléctricos o incluso aquellos movidos por energías alternativas, como el GNC de este Seat León TGI, el GLP o incluso, en un futuro, el hidrógeno: como el que utiliza el Hyundai Nexo de esta prueba

Lo que no puede ser es que el Gobierno se quede de manos cruzadas y la única medida para incentivar el uso de coches poco contaminantes sea subir el precio de los coches que más contaminan. Y esperar sentados la lluvia de millones que ello supondría, sin hacer nada para que la revolución eléctrica se establezca también en nuestro país y poniendo el coste de esta revolución sobre los hombros de los que menos tienen. Como siempre, en España vamos retrasados en según qué políticas que otros países llevan mucho tiempo estableciendo y llevando a cabo. España es un paraíso para las energías renovables, aprovechémonos y actuemos con inteligencia y buen hacer. ¡No a medidas populistas que no nos llevarán a ninguna solución! Más allá de un mal colectivo. Sí a una revolución eléctrica desarrollada con cabeza y que beneficie a todo el mundo.

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