El Peugeot 106 cumple 30 años. El utilitario francés era presentado en su país natal en 1991, siendo el que inauguró la “generación 6” de la marca. Parece que fue ayer cuando llegaba el hermano menor del Peugeot 205, un coche más contenido en tamaño, de líneas redondeadas y precio contenido. Pero nada que ver, pues han pasado nada menos que tres décadas desde entonces.

El modelo de Peugeot fue todo un éxito en los años que estuvo a la venta. Gracias a diferentes versiones y a sus dos tipos de carrocería alcanzó un total de casi 2.800.000 unidades producidas en las plantas francesas de Mulhouse, Sochaux y Aulnay-sous-Bois.  Se vendió en carrocería de tres puertas en un primer momento, para pasar a ofrecerse un año después en versión de cinco puertas.

La gama mecánica se bastó de motorizaciones gasolinas y diésel. En sus 12 años de vida se ofrecieron hasta 20 versiones especiales, destacando las ediciones Roland Garros y Zenith. Se vendieron igualmente ediciones especiales en exclusiva en diferentes regiones como la Quicksilver, en colaboración con la exitosa marca de ropa de surf. Además de, cómo no, variantes deportivas como la Rallye de 1993 o la XSi de 1995.

El 106 era muy conocido entre los jóvenes por ser una gran opción para empezar en sus primeros años de conducción, aunque no se quedaba ahí. Gracias a su participación en los rallyes, participando en el grupo N, se hizo muy popular también entre los amantes de la competición. En 1997 se presentó el 106 “Maxi”, inspirado en el 306 de aquellos años, un coche con un uniforme de guerra que todavía recordamos.

Su producción concluía en 2003 con 12 años de vida y cerca de tres millones de unidades vendidas.