Tres razones por las que el coche consume más gasolina

Tres razones por las que el coche gasta más gasolina

Susana Viñuela

Muchos son los factores que influyen sobre el consumo de tu coche; conocerlos todos te ayudará a ahorrar.

Aquí tienes tres razones por las que tu coche consume más gasolina. ¿Notas que tu vehículo es, últimamente, más 'tragón'? ¿Cada vez te duran menos los depósitos? El hecho de que no haya gasolina barata no ayuda... Esto puede estar causado por varios motivos. Y ojo, que no todas tienen que ver con el estado del coche. De hecho, hoy quiero darte tres motivos que hacen que tu coche consuma más combustible, y que no están relacionadas directamente con el estado mecánico del vehículo.

Si quieres descubrir por qué tu coche consume más combustible de lo habitual, sigue leyendo...

Tres razones por las que el coche gasta más gasolina

1. Ojo con la presión de los neumáticos

Como seguramente ya sepas, la presión de los neumáticos afecta a muchos aspectos del coche; y uno de ellos es su consumo. De hecho, la llamada 'nuevo ITV de neumáticos' va a controlar más este componente. Según algunos estudios, si tus 'gomas' no llevan la presión suficiente, el consumo puede incrementarse hasta en un 3 %. Esto se debe a que la llanta esta en contacto con la carretera y genera un mayor arrastre, consumiendo mas combustible de lo habitual.

2. Tu estilo de conducción

Como seguramente ya supieras, el estilo de conducción influye mucho en el consumo del coche. Una conducción eficiente puede suponerte un gran ahorro al final del mes. Dar muchos acelerones y frenazos, llevar el coche muy revolucionado o ser agresivo al volante se suele traducir en un mayor consumo de combustible. 

Si quieres llevar a cabo una conducción eficiente y así evitar que tu coche consuma más combustible de lo habitual, ten presentes estos consejos:

  • Arranque y puesta en marcha: Arranca el motor sin pisar el acelerador e inicia la marcha inmediatamente después del arranque. En motores turboalimentados, espera dos o tres segundos antes de iniciar la marcha.
  • Primera velocidad: Úsala solo para iniciar la marcha y cambia a segunda a los dos segundos o seis metros, aproximadamente.
  • Aceleración y cambios de marchas según las revoluciones: En los motores de gasolina, antes de las 2.000 rpm. En los motores diésel, antes de las 1.500 rpm.
  • Aceleración y cambios de marchas según la velocidad: A segunda, a los 2 segundos o 6 metros, aproximadamente; a tercera, a partir de unos 30 km/h; a cuarta, a partir de unos 40 km/h; a quinta, por encima de los 50 km/h. Es importante acelerar ágilmente tras la realización del cambio.
  • Aceleración 'per se': No se trata de ir con el pedal a fondo, pero es preferible usar el acelerador sin miedo para ponernos a la velocidad que luego vamos a mantener que acelerar de manera prolongada alargando el
  • Utilización de las marchas: Circula lo más posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones.
  • Velocidad de circulación: La regularidad es la clave, se consciente de que a velocidad quieres ir y mantenla lo más uniforme posible, buscando la fluidez y evitando cambios bruscos de ritmo.

3. Llevas el coche muy cargado

¿Eres de los que usa el maletero como cajón desastre? ¿Es tu coche un almacén con ruedas? Error. El peso del coche influye directamente sobre su consumo; cuanto mayor sea, más energía necesitará tu vehículo para moverse. Haz limpieza, y saca todos aquellos elementos innecesarios que pueblan tu vehículo. Si no lo ves claro, echa un vistazo a cómo colocar la carga en el maletero.