El 'truco' para evitar la larga lista de espera que está generando la crisis de los semiconductores

Seat parará la producción por escasez de microchips

Noelia López

La que se está liando

La escasez de chips está alargando las entregas a plazos que muchos usuarios no quieren o no pueden asumir. Pero hay un truco para evitar la larga lista de espera que está generando la crisis de los semiconductores: el renting.

Mientras se suceden noticias acerca de fabricantes que tienen que asumir paros totales en la producción, reajuste de cálculos de turnos y horarios e, incluso, regulaciones de empleo para hacer frente a la falta de semiconductores, el renting se convierte en la alternativa para miles de conductores que no pueden esperar meses para recibir su vehículo.

El renting se presenta como solución a la crisis de los semiconductores

La escasez de chips provoca paros en las cadenas de producción y estos, a su vez, alargan los tiempos de entrega hasta plazos de entre cuatro y seis meses (cuando lo habitual es de uno a tres meses). 

Ante esta situación cada vez son más los usuarios que optan por el renting, con tiempos de espera mucho más ajustados, como alternativa para adquirir un vehículo nuevo. 

“Mientras algunos modelos tienen plazos de entrega que se alargan hasta abril de 2022, las empresas de renting de automoción tienen coches en stock con disponibilidad en 3-4 semanas”, afirma Arturo Álvarez, Cofundador de Renting Finders.  “Estos retrasos y largas esperas no se van a resolver en unos meses, aunque esperamos que en 2022 la situación mejore progresivamente”, matiza Álvarez.

Para aquellos clientes que eligen ofertas con plazos de entrega más amplios, la compañía de renting cuenta con coches de pre-entrega, esto es,  modelos de características similares que el cliente puede conducir de forma casi inmediata a cuotas muy competitivas y con las mismas coberturas que un renting convencional hasta la llegada del vehículo contratado.

De dónde viene la crisis de los semiconductores

Los chips son circuitos electrónicos impresos en semiconductores, usados para la fabricación de cualquier aparato electrónico. Tienen usos muy variados; tanto es así que, a día de hoy, prácticamente todos los sectores usan chips.

La industria de automoción es, históricamente, una de las industrias con mayor demanda de estos componentes. Un automóvil puede necesitar más de 14.000 semiconductores para funcionar con normalidad, de ahí que los fabricantes de vehículos hayan sido siempre uno de los principales destinatarios de un mercado que mueve cerca de 400.000 millones de euros al año.

Con la pandemia, confinamientos y el teletrabajo, los fabricantes de semiconductores han alterado su lista de prioridades. Durante meses se han disparado las ventas de dispositivos electrónicos, mientras que las de automóviles han sufrido un drástico estancamiento. 

Al retomar la producción, estos últimos se han encontrado con una industria en la que ya no son prioritarios: los fabricantes de semiconductores tienen otros clientes a los que no quieren desatender y hay problemas para suministrar todos los pedidos al mismo tiempo.

Un tema publicado originalmente en AUTOBILD.es

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