Sé que te flipan los coches japoneses y el noble arte del derrape. Y por eso te traigo un vídeo de esos que, por mucho que lo intentes, no podrás ver sólo una vez: aquí tienes un Toyota GT86 dibujando su logo... ¡haciendo drifting! Sí, es absurdo e innecesario. Como prácticamente todas las cosas más brutales que puedes hacer en la vida. 

¿Te van los derrapes? ¡Aquí tienes todas las gymkhanas de Ken Block!

Cuando redactamos el artículo con las cosas que más nos molaban del GT86 2017, hicimos una alabanza a su espíritu de la vieja escuela. Esa que sigue apostando por que sea el conductor quien tenga la culpa de todo lo malo o bueno que haga un automóvil y que nos permite disfrutar de artefactos con un sabor difícil de igualar incluso por modelos muy superiores a nivel mecánico, prestacional... y económico. No es por ello extraño que muchos aficionados a ir más tiempo mirando a través de la ventanilla lateral que a través del parabrisas lo elijan para realizar las brutales preparaciones como este con motor Ferrari. ¿Quieres ver a Fredric Aasbo dándose un homenaje a base de acelerador y algo de volante? Échale un ojo al vídeo que te dejo a continuación: 

No hace falta que me lo digas: sé que este Toyota GT86 dibujando su logo haciendo drifting te ha gustado. Porque eres tan petrolhead como yo. Y eso es bueno. Algún día dominaremos el mundo. Y prohibiremos los SUV. Y el diésel. Y encarcelaremos a los que ponen la pegatina de Nürburgring sin haber pisado ni siquiera Alemania. ¡Algún día!