La firma de Wolfsburgo ha llevado a cabo su ya famoso Race Tour. Esta actividad, que va recorriendo los mejores circuitos de la geografía española, ha hecho una parada en el Jarama. Hasta el mítico trazado madrileño me he desplazado para probar el Volkswagen Golf GTI TCR, la versión GTI más bestia que gracias a sus 290 CV se queda solo a 20 CV del Golf R.

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Sí, son dos coches parecidos, pero que guardan diferencias considerables entre sí. La primera de ellas es el tipo de tracción, delantera frente a la 4Motion del R. La segunda, su sonido, mucho más bronco en el TCR, parecido al de un coche de competición.

Circulo tranquilo por el pitlane hasta que paso el semáforo en verde que me indica vía libre. Desde los primeros metros ya percibo la garra que tiene su motor 2.0 TSI; también su sensacional melodía. Piso a fondo el pedal derecho y el Golf GTI sale disparado. Llega la primera curva y antes de encararla freno con seguridad gracias a sus discos delanteros perforados. Toco vértice y acelero de nuevo para pasar Varzi y reducir de nuevo velocidad en Le Mans. Sacrifico la primera curva y me tiro al cono. Por el retrovisor veo como Farina queda rápidamente lejos a la vez que encaro la subida de Pegaso con una velocidad pasmosa, tirando de potencia y de los 380 Nm de par. ¡Qué fácil lo hace todo! Las 'eses' son cosa del pasado cuando llego a Portago. Mientras esto sucede pienso lo ágil que se mueve, los rápidos cambios de apoyo que realiza y lo bien que sale de los virajes gracias a su diferencial autoblocante. Me espera Bugatti, Monza y superar los 210 km/h en la recta de meta... 

¡Qué cochazo has hecho, Volkswagen!