Volkswagen ID.3: cinco razones para comprarlo y una para pensarlo

Volkswagen ID.3.

¿Merece la pena el eléctrico alemán?

El ID.3 es una de las apuestas de Volkswagen en el mundo de los coches eléctricos. Sin duda, es uno de los modelos que se deben tener en cuenta si queremos hacernos con un coche de esta propulsión, pero todo tiene sus pros y sus contras. Por ello, hoy os traemos cinco razones para comprarlo y una para pensarlo.

Amplitud interior

La configuración de este coche supone que cuente con una batalla de casi 2,8 metros, lo que favorece notablemente el espacio para los ocupantes. Delante se nota la comodidad, así como una postura de conducción muy acertada. Eso sí, detrás no desmerecen las cualidades de este modelo, ya que un adulto de una altura situada en torno a 1,85 m podrá viajar sin problemas.

Mandos a mano del conductor

En el Volkswagen ID.3 predomina la tecnología y eso también se traslada a la instrumentación, centrada en las pantallas táctiles. En cualquier caso, los mandos para manejar los distintos parámetros que necesitemos antes o durante la marcha los encontraremos a mano cuando estemos al volante, lo que mejora notablemente la experiencia.

Buen empuje del motor

Una de las cosas que caracteriza a este modelo es su comportamiento. Ofrece distintos modos de conducción y el Sport destaca especialmente por la fuerza que transmiten sus 310 Nm de par. Es cierto que no es un modo que debamos usar a la ligera si queremos extender al máximo la autonomía, pero incluso en el modo Eco estamos contentos con la respuesta.

Agilidad en curvas

En el Volkswagen ID.3, las baterías se encuentran en la zona inferior, lo que disminuye su centro de gravedad. Esto tiene una repercusión inmediata en su manejo, pues mejora el paso por curva. 

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Eso sí, también sorprende aquí su agilidad. Y es que los eléctricos tienen la fama de ser coches especialmente pasados, pero este modelo es capaz de moverse como un utilitario por zonas más reviradas.

Autonomía

En función del acabado que seleccionemos, la autonomía del ID.3 puede escalar hasta los 554 km. Por supuesto, esto dependerá de nuestra forma de conducir, pero también contaremos con modos de retención -no muy agresivos- que nos ayudarán a recuperar algo de energía durante la marcha.

Acabados mejorables

Determinados materiales plásticos del interior del Volkswagen ID.3 pecan de una calidad inferior a la esperada en relación al precio de venta, lo que desmerece al conjunto del coche. Si bien en algunas zonas el acabado es adecuado, estos detalles hacen que la sensación en el interior no sea del todo positiva.

Etiquetas: Motor