Este artículo sobre el asistente personal de BMW no es un artículo de opinión, más bien es una anécdota que creo, bien merece unas pocas líneas. Los periodistas del motor estamos acostumbrados a probar coches muy diferentes: desde utilitarios baratos hasta deportivos inalcanzables. Hemos visto prácticamente de todo, pero a veces, todavía hay margen para la sorpresa. Así es como el asistente personal de BMW Connected Drive me dejó con la boca abierta.

Muchas veces, especialmente en marcas de lujo como BMW, me han hablado del asistente personal. Una figura que a veces cuesta identificar. Sabemos que existe pero no es algo de lo que se hable demasiado: normalmente es más interesante hablar de los sistemas de entretenimiento o de conectividad. El asistente personal de un coche suele estar reservado a modelos de lujo o de gamas muy concretas.

En el caso de BMW, es un servicio que se paga aparte: muchos afirman que el futuro de las marcas pasa por convertir a los coches en teléfonos móvil con ruedas y ganar dinero vendiendo aplicaciones y servicios. Pues bien, este es uno de esos servicios. Todo ocurrió cuando estaba navegando por los menús de la pantalla de un BMW i8 Roadster (cuya prueba podréis leer en el número 19 de la revista Top Gear).

Este vehículo cuenta con multitud de servicios online, como información del tráfico en tiempo real. En un momento dado llegue a un apartado que era el de asistente personal. Me entró curiosidad y lo seleccioné, pensando, bobo de mí, que accedería a algún tipo de menú donde se me ofrecería información relativa a actualidad, eventos o meteorología. Mi sorpresa fue importante cuando en la pantalla apareció un ‘llamando’ y a su vez, empezaron a sonar los clásicos tonos de una llamada telefónica.

Pensé en colgar, no quería ‘molestar’, pero dije, qué narices, tengo que investigar cómo funciona el asistente personal de BMW. A los pocos segundos, una chica se puso al otro lado del teléfono, ofreciendo sus servicios para obtener información de lo que quisiese. Fui franco, le expliqué mi situación y, amablemente, me ofreció un resumen importante de algunas de sus funciones.

Vídeo: así funcionan las cámaras de aparcamiento de BMW

Por ejemplo. Algo que me pareció muy útil. Tienes que ir a un restaurante pero no sabes exactamente en qué calle esta. Cualquier mortal de clase media abriría el Google Maps, lo buscaría, apuntaría la dirección y la podría en el navegador. Aquí todo es mucho más fácil: simplemente le dices a la asistente personal de BMW: quiero ir a X restaurante. Ella te busca la dirección y te la envía directamente al navegador, revisando que la ruta hasta el mismo no tenga ninguna incidencia destacable.

Te preguntan si necesitas que llamen para reservar mesa o si requieres alguna información especial sobre cualquier tema. Otro ejemplo: ¿estás planificando un viaje? Puedes llamar al asistente personal de BMW y preguntar si hay algún incidente, atasco o accidente en la vía por la que vas a ir, o por ejemplo, simplemente para recomendar y enviar al navegador la ruta más rápida, teniendo en cuenta factores que el navegador tradicional omite, como la previsión meteorológica o factores temporales como una manifestación o unas obras.

Dicho de otra manera: tienes a un asistente disponible las 24 horas, los 365 días del año, para pedirle información de lo que necesites, con solo tocar un botón. ¿Sales del trabajo y quieres ir al cine? Una llamada y te enunciará la cartelera, te recomendará las mejores películas y te sacará las entradas: en un par de minutos las tendrás en tu correo electrónico.

Obviamente, después de experimentar algo así, cualquier sistema de conectividad, por muy avanzado que sea, queda relegado a un segundo plano. El asistente personal de BMW interactúa con tu coche para que la información sea rápida, precisa y veraz. Ahora bien, obviamente este es un servicio premium y se paga. ¡Tiene que serlo! 

¿Qué hace falta para poder disfrutar de este alucinante servicio? BMW ofrece diferentes opciones. En el caso del BMW i8 Roadster, el asistente personal viene de serie, pero eso no signifique que vaya a ser gratuito siempre: el abono inicial de estos servicios tiene una duración de tres años. 

Eso significa que tanto si viene de ser como si pagas, por ejemplo, los 320 euros que cuesta el paquete ‘ConnectedDrive’ en un BMW Serie 5, a los tres años se caducará. Y ahí es donde BMW tiene preparada la hucha: cuando ya no puedas vivir sin tu asistente personal y sin todos los servicios conectados de BMW, entonces tendrás que pagar 300 euros al año. Un dinero considerable.

Eso sí, a cambio, por ese precio, puedes disponer de toda la tecnología en conectividad de BMW: quizás si haces números no salga tan caro. Tras mi aventura con el asistente personal de BMW puedo afirmar una cosa: es tremendamente cómodo y está pensado para gente con una vida social y laboral muy ajetreada y con ingresos altos. Para todos ellos, esta solución es absolutamente maravillosa.