El Dakar en Vespa: una realidad en 1980, hoy en día inimaginable

Hay que ser muy valiente para competir con una Vespa en el Dakar 1980
La pequeña scooter italiana no solo compitió sino que logró terminar la prueba.

Hoy en día competir en el Dakar con una Vespa sería algo casi inimaginable, pero en los años 80, cuando cualquier vehículo se podía apuntar al Paris-Dakar, no solo era algo factible, sino que fue una realidad. En aquellos años, el Dakar era una prueba con un halo mucho más romántico que el actual, sin tanta presión mediática y con un espíritu aventurero todavía mayor. Competir era importante, pero el hecho de participar, del reto, de la aventura, pesaban más. En 1980 Piaggio decidió inscribir cuatro Vespa P200 para cubrir la distancia entre París y Dakar. ¡No estaban locos!

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Y es que amigos, las Vespas (abeja en italiano), otra cosa no, pero fiables y sencillas a nivel mecánico, eran un rato. Es cierto que sus cotas no les permitían ser el vehículo ideal para superar dunas o pegar saltos. Hoy el Dakar 2019 es una cuestión de velocidad a lo bestia, en aquellos tiempos, el único objetivo de las Vespas era terminar el Dakar y conseguir sobrevivir a la aventura.

Obviamente, tuvieron que sufrir una preparación para poder enfrentarse a las dunas, por ejemplo unos nuevos neumáticos de tacos, un depósito de combustible extra tras el asiento o la incorporación de la botella de agua obligatoria.

Con estos pocos detalles, la Vespa estaba preparada para hacer historia. Los valientes que se enfrentaron al desierto con esta scooter fueron todos franceses. Yvan Tcherniavsky, Bernard Neimi, Bernard Simonot y Jean-Louis Albera. Todos ellos cruzaron Mauritania sin GPS y sin ayuda, confiando su suerte a la simplicidad de la moto: tanto es así que muchas dunas las tuvieron que cruzar andando empujando la moto.

Las motos fueron modificadas con motores de 200 cc y finalmente Simonot y Albera consiguen llegar a la meta…¡y no ser los últimos! Pero casi, posición 28 y 30 respectivamente. Sin duda, la aventura fue todo un éxito y ambos pilotos recordarán siempre esta aventura como la más especial de sus vidas.

Increíblemente, estas dos no fueron las únicas Vespas en terminar el Rally París-Dakar. En 2011, los italianos Nutini Andrea y Dibrogni Marcello terminaron el rally a solamente cuatro horas de Marc Coma, ganador con una KTM 450 Rally, y sin ningún tipo de apoyo oficial de la fábrica. Además, las Vespas también estuvieron a punto de participar en 1986, aunque finalmente no pudieron hacerlo por un problema logístico.

Las Vespas son motos sencillas y sin grandes complicaciones y eso las hace ideales para rallys duros en los que la fiabilidad es importante. Estas scooters han participado en otros rally como el de los Faraones, en Egipto, donde también se enfrentaron a las temidas dunas del desierto. Ponles neumáticos adecuados y ciertos conocimientos mecánicos, ¡con una Vespa conquistarás el mundo!