Hoy nos ocupamos de los pilotos fracasados en la F1 que trataron de emular a sus padres campeones del mundo de la especialidad.
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A ver, lo habitual es que cuando un niño le comenta a su progenitor que quiere seguir sus pasos profesionales, sea un orgullo para éste.
Sin embargo, existen unas cuantas ocasiones en las que el sueño se convierte en pesadilla familiar.
Como vas a comprobar hoy, heredar el apellido de una estrella del motor, no siempre es sinónimo de éxitos.
Y si no que se lo digan a Jack y David Bhabham, Jackie y Paul Stewart, Mario y Michael Andretti, Alain y Nicolas Prost, y a Nelson y Nelshino Piquet.
Estos niños de papá que, evidentemente no están entre los mejores pilotos del Gran Circo, no tendrían sitio en la parrilla de F1 2017. ¿Tú que crees?
Jack y David Bhabham
Los títulos de F1 conquistados por Jack Brabham en 1959, 1960 y 1966, prendieron la mecha de la velocidad en su hijo David. Y este hizo realidad su deseo al convertirse en 1990 en el primer vástago que seguía los pasos de un mito de la Categoría Reina. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados.
Mientras que su padre sumó 14 triunfos y 13 poles en 123 carreras, David, en 24 participaciones, firmó 17 abandonos. Vamos, que no se comió una rosca. Aburrido de la situación, se pasó a otras competiciones menores. Sabia decisión.
Jackie y Paul Stewart
Jackie Stewart, uno de los pilotos británicos más laureados (títulos de 1969, 1971 y 1973), se sintió muy orgulloso con la idea de su retoño Paul de hacerse un hueco en el Gran Circo.
Como sería de malo el muchacho que a pesar de que su padre creó el equipo de F1 Stewart Grand Prix (1997-1999), aquel acabó abandonándolo. Sin embargo, otros corredores como Rubens Barrichello o Johnny Herbert, sí lucieron en esa misma formación.
Mario y Michael Andretti
Durante las quince temporadas de Mario Andretti en la F1, logró 12 triunfos, 18 poles y el Mundial de 1978. Sin embargo, su pipiolo Michael, fue al volante un matao de tomo y lomo.
Gracias al apoyo de su famoso progenitor, Michael disputó 13 carreras en 1993 y con Ayrton Senna como compañero de formación.
Pero, el resultado más relevante fue un solitario podio en el GP de Italia 1993, su última comparecencia en la F1. Seguramente que, siguiendo el consejo de alguna novieta, decidió no continuar con su sainete automovilístico.
Nelson y Nelsinho Piquet
Sin ninguna duda, y al margen de Ayrton Senna, Nelson Piquet ha sido uno de los mejores pilotos de F1 nacidos en Brasil.
Fue el protagonista en los´80, ganando el Campeonato del Mundo de 1981 y 1983 con Brabham y el de 1987 con Williams. Durante 14 años en la cima, tuvo tiempo de correr 204 Grandes Premios, en los que se llevó 23 victorias y 24 poles.
Nelsinho, su cachorro, llegó a Renault en 2008 y le largaron de allí en 2009. Al margen de sus 28 participaciones en las que apenas obtuvo un mísero podio, siempre será recordado por el 'Crashgate'.
Sí, el turbio accidente que protagonizó en el GP de Singapur 2008 para provocar la salida del safety car y beneficiar a Fernando Alonso. Jamás se volvió a saber de él por el Gran Circo.
Alain y Nicolas Prost
Se supone que si su padre (Alain Prost) era un tetracampeón del mundo de F1 (1985, 1986, 1989 y 1993), su polluelo (Nicolas) debería haber heredado algo de talento. Pues, no.
Por muchos consejos y lecciones de papá Prost, no había forma de que Nicolas emulara ni de lejos la velocidad de aquel. Por eso mismo ni tan siquiera llegó a competir en la especialidad, donde su techo estuvo en el papel de probador en Lotus Team. Escaso bagaje.
Pero lo mejor de todo es que El Profesor creó su propia escudería. Y como no se fiaba un pelo del chavalito, no le ofreció un volante. Normal.
¿Quién iba a conocer mejor el potencial de su retoño? Bueno, a esas razones se sumó que por aquel entonces el joven no había cumplido las 20 primaveras.
Ayrton y Bruno Senna
Aunque Bruno Senna es el sobrino y no el descendiente de Ayrton, no nos hemos resistido a ofrecerte este bonus track. Y es que en pocas ocasiones como esta un apellido ha tenido un heredero tan poco digno.
Sobre el mito carioca, coronado en 1988, 1989 y 1990, poco podemos añadir de él que no se sepa. Fue y es una leyenda absoluta de la velocidad.
Sin embargo, Bruno no ha sido ni una estrella ni un lucero, sino más bien un petardo, comparado con su tío. Compitió en 47 Grandes Premios durante tres campañas (2010 en HRT, 2011 con Renault y 2012 a las órdenes de Williams) en las que solo cosechó decepciones.
Harto de ser un manta abandonó la Categoría Reina en dirección al Campeonato Mundial de resistencia. Bien hecho.
Bueno, para que compruebes que también las segundas generaciones de pilotos campeones de F1 han triunfado alguna vez, echa un vistazo a la galería que aparece bajo estás líneas. Te molará.