Cuando la Fórmula 1 tembló: tal día como hoy secuestraron a Fangio

Fangio Maserati
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Y el mundo se estremeció.

Faltaban cinco minutos para las nueve de la noche del 23 de febrero de 1958 cuando Juan Manuel Fangio sintió un contacto por la espalda. A continuación, una voz le susurró: "Disculpe, Juan, me va a tener que acompañar." 

A partir de ese momento, el secuestro de Fangio se convirtió en una de las noticias del año: de haber existido Twitter habría sido un 'Trending Topic' mundial. ¡El cinco veces campeón de Fórmula 1 había sido secuestrado!

Una historia que pone de manifiesto lo convulsos que fueron aquellos últimos años de Fulgencio Battista al frente de Cuba y de su lucha contra los revolucionarios liderados por Fidel Castro. Ahora bien, el secuestro de Juan Manuel Fangio en Cuba probablemente pasará a la historia como el secuestro más confortable y refinado de todos los tiempos.

Fangio, un objeto de marketing

Juan Manuel Fangio era en los gloriosos años 50 todo un icono del deporte del motor. Pero ya no solo eso: los pilotos de Fórmula 1 era 'gentleman drivers', iconos del buen gusto y de la buena vida. Personajes muy conocidos a lo largo y ancho del mundo occidental. Y Fangio, siendo argentino, era además todo un referente latinoamericano.

Fangio Maserati

Por ese motivo, para dar visibilidad al Movimiento 26 de Julio, los chicos de Fidel Castro, agazapados ya en Sierra Maestra y perseguidos por el régimen de Battista, decidieron que Fangio sería la estrella mediática ideal para dar a conocer sus reivindicaciones y aumentar en popularidad.

Fangio fue secuestrado por un tipo en el hall del Hotel Lincoln de La Habana, donde al día siguiente se disputaría el segundo Gran Premio de Cuba de Fórmula 1. El primero, en 1957, lo había ganado el propio Fangio. Estaba claro que a nivel mediático el secuestro de una estrella, de un cinco veces campeón del mundo de Fórmula 1, sería una operación estratégica y de una importancia capital.

El secuestro más cómodo de la historia

Fangio fue capturado por un hombre y fue introducido en un Plymouth de color verde donde había tres tipos más dentro. En su huida fueron pasando por diferentes casas y moviéndose constantemente hasta llegar al lugar seguro donde estuvo cautivo durante unas 30 horas. El piloto comentó que era gente amable y que le pidieron disculpas durante más de 100 veces.

"Esto no es contra usted, Señor Fangio, esto es contra Battista y su régimen." Le repitieron en más de una ocasión, para dejar las cosas claras. Fangio siempre se mostró tranquilo: "si es por una buena causa, no tengo problema por estar aquí." Por supuesto el revuelo fue de proporciones globales y una fuente de visibilidad tremendo para el Movimiento del 26 de Julio.

Fangio Maserati

El principal riesgo para Fangio era la devolución, ya que el régimen militar de Battista podría incluso terminar con su vida para acusar a Fidel Castro y sus compañeros de asesinos de una estrella mundial. Sin embargo, finalmente todo terminó bien y su movimiento de liberación fue muy inteligente.

Fangio dijo a los revolucionarios cubanos que debían entregarlo en las instalaciones de la embajada argentina en Cuba, cuyo embajador era un primo del Che Guevara. De esta manera se asegurarían que Fangio no sufriría ningún daño y la imagen del Movimiento restaría inmaculada. No hay duda que fue un duro golpe al régimen y todo un empujón mediático para estos guerrilleros. 

El destino pudo salvar a Fangio

Lo más curioso de todo es que en esa carrera el Maserati 450 con el que corría Fangio sufrió de muchos problemas mecánicos. En cada bache saltaba y se elevaba del suelo debido a una desviación de cinco centímetros en las vías lo que provocaba un peligroso desequilibrio del vehículo. Quién sabe si con Fangio a sus mandos esto no podría haber provocado un incidente fatal.

Eso es historia pero lo que está claro es que Juan Manuel Fangio vivió en 1958 uno de los momentos más llamativos de su vida. Un secuestro exprés con una potente carga política y viviéndolo a cuerpo de rey. Tanto es así que el secuestrado terminó siendo amigo de sus secuestradores y siempre que Fangio visitó Cuba en años posteriores fue agasajado por Castro como un auténtico héroe de la Revolución Cubana.