Un volante es una parte esencial en cualquier coche, pero si hablamos de coches de competición aún más, sobre todo cuando se trata de trazar las curvas de la forma más rápida y cómoda posible. Su diseño, como muestra el vídeo de arriba sobre la evolución de los volantes de la Fórmula 1, ha cambiado mucho con el paso de las décadas. Algo que también ha ocurrido con los cascos de la F1, que han pasado de ser gorros de tela a soportar impactos de varias toneladas. 

Aquí no aparece el volante más caro del mundo, pero Donut Media ha hecho un vídeo seleccionando los volantes del Salón de la Fama del Motor desde 1950 hasta el que llevaba el mismísimo Nico Rosberg este fin de semana en Abu Dhabi mientras ganaba el Título Mundial de F1.

Vídeo: Se le sale el volante en plena carrera de la NASCAR y…

Es difícil imaginar cómo podían girar los coches hace años con esos volantes tan toscos de madera, mientras que hoy en día funcionan casi con la fuerza de un dedo. Eso, por no hablar de la tecnología que llevan integrada y no me refiero a los botones de subir y bajar la radio en tu coche, sino a poder controlar los neumáticos, el embrague, el KERS o incluso poder beber mientras conduces.

El vídeo empieza con el sencillo volante de Stirling Moss de 1957 construido en madera y aluminio y, avanza en la evolución de los volantes de la F1 en diferentes tamaños y texturas, hasta sobre todo llegar a los años 80, donde la tecnología transformó para siempre los volantes.

Ya no sólo sirven para girar, sino como te decía más arriba, unir de forma perfecta todas las órdenes que los pilotos quieren mandar a muchos elementos del coche, que no sólo son las ruedas.  Son fundamentales en los desarrollos de las carreras puesto que actualmente a través de sus botones y distintos elementos, se pueden modificar muchos parámetros de conducción.