Vídeo: ¿Qué le pasa al alerón trasero de este Zenvo TSR? ¡Sorpresa!

Alerón activo Zenvo TSR-S 2018

Javier Prieto

Aunque lo parezca, el 'andamio' posterior del coche no ha fallado, es así de rarito.

El presuntamente inteligente alerón trasero del Zenvo TSR nos ha dejado locos. Hemos de reconocer que cuando lo vimos por primera vez 'en acción' sobre la pista, pensamos que estaba defectuoso o había fallado. Pero, hete aquí nuestra sorpresa cuando nos enteramos del invento. Por cierto ¿te lo imaginas montado en los Ferrari LaFerrari, McLaren P1 o Porsche 918 Spyder con ese trasto?

Zenvo TSR-S 2018, un misil matriculable con 1.194 caballos

Resulta que el hiperdeportivo danés monta un increíble apéndice aerodinámico posterior capaz de inclinarse según el movimiento del coche en las curvas. De ese modo, varía la carga aerodinámica en función de las necesidades del trazado. Al cumplir esas funciones, podríamos decir que el alerón posterior del Zenvo TSR es adaptativo o activo.

El dispositivo está compuesto por dos brazos articulados sobre los que descansa un alerón de fibra de carbono del tamaño de un andamio. Dichos brazos, que operan independientemente entre sí, se encargan de la variación de la posición del alerón hacia uno u otro extremo del vehículo. así como de la variación de su posición lateral.

Así, cuando el coche tome una curva a la izquierda, el alerón inteligente del Zenvo TSR modificará la inclinación, guiándose por el ángulo de giro del volante que se realice. Sí, es un lío.Evidentemente en las rectas se sitúa en posición horizontal.

Por el bien del piloto, esperamos y deseamos que el artilugio sea un éxito. No nos queremos imaginar qué ocurriría si fallara cuando los 1.194 caballos del Zenvo TSR galopen a 350 km/h. ¡Qué mieditoooooo! De momento, habrá que comprobar cuál es el rendimiento y optimización del artetacto.

Quizás estemos ante un nuevo hito en el Motorsport. Y no descartes que en un futuro no muy lejano veamos a los coches de Fórmula 1 con ese cachivache sobre ellos. Está claro que los ingenieros, con tal de generar un mayor downforce, son capaces de (casi) cualquier cosa. Tres hurras por ellos. Como diría Don Hilarión, el personaje de la obra La verbena de La Paloma, "las ciencias avanzan que es una barbaridad".