A lo largo de los últimos años hemos ido descubriendo nuevas formas de hacerse con uno de los coches nuevos que van llegando al mercado. Y por eso vamos a analizar qué interesa más, renting o compra. Dependiendo de cuáles sean tus preferencias o el uso que le vas a dar a tu coche, una modalidad te interesará más que la otra. Un ejemplo lo tienes en la fórmula Volkswagen My Renting. Así que vamos a ver cuál se adapta más a tus necesidades y deseos.

Ventajas del renting

El renting es una forma de tener un coche en la que el propio vehículo jamás acaba siendo de tu propiedad. Esa es una de las grandes desventajas del renting, por lo decir la mayor. Y es que por lo demás, casi todo es bueno. Especialmente si eres una persona a la que no le importa pagar para poder despreocuparte de todos los dolores de cabeza asociados a la compra de un coche, como el seguro, el mantenimiento o las reparaciones.

¿Qué incluye el renting?

Porque efectivamente, el renting incluye todo lo asociado a los costes del vehículo: tú solo tienes que cumplir a rajatabla la parte en la que te cargan la cuota todos los meses. Al fin y al cabo, se trata de un alquiler tradicional, pero con más servicios añadidos y con más tiempo de contrato. Un tiempo que suele situarse en torno a los cuatro años, año arriba o año abajo. Así, el usuario disfrutará de su coche mientras el contrato esté vigente y lo entregará a la finalización del mismo.

A cambio de una cuota mensual no tendrás que pensar en contratar la póliza de seguros, ni de cambiar los neumáticos, ni de pagar el mantenimiento o los impuestos, ni de arreglar las hipotéticas averías que puedan surgir... Eso sí, tendrás que echarle combustible y recuerda: el coche nunca será tuyo. Además, es más que posible que en el contrato se añadan algunas condiciones a las que estarás sujeto, como límites de kilometraje anuales o del coste de las posibles reparaciones. ¿Lo bueno? Puedes contratar un renting como empresa, como autónomo o como particular.

Entonces, ¿renting o compra?

Para saber si es mejor elegir entre renting o compra debes analizar tu situación y saber qué te interesa más. Por un lado, la compra te ofrece 'lo de siempre'. Un coche que estará devaluándose desde el momento en el que sales del concesionario pero que, a cambio, será tuyo. Tendrás que encargarte de todos sus gastos asociados y también te lo quedarás hasta que lo vendas, o hasta que se rompa.

Por el otro, el renting tiene lo bueno de la compra, que es disfrutar de un coche (y además no tendrás que pagar nada más que el combustible), pero será obligatorio pagar todos los meses una cuota bastante alta y, al final, el coche no te pertenecerá. Lo habrás 'alquilado' durante unos cuantos años. Y encima tendrás que acogerte a las condiciones que ponga la empresa encargada del renting. Visto lo visto, ¿qué decides?