En la historia de BMW, la aviación es clave: empezaron dedicándose a fabricar motores de avión y fue su negocio principal durante muchos años. ¡Solo hay que mirar la doble hélice de su logo para darse cuenta! Sin duda, un avión propulsado por un motor de BMW siempre es algo especial, pero el ejemplo que te traigo yo, es todavía más curioso: un motor de BMW S1000RR para mover un avión. ¡Con un motor de moto!

Eso quizás sea lo más chocante de esta historia. Y es que, puede sorprender de primeras que un motor de moto pueda mover un avión, pero claro, es que ni hablamos de un motor de moto cualquiera, ni hablamos de un avión cualquiera. Estamos ante un Skyleader UL-39 Albi, un avión fabricado íntegramente de fibra de carbono con un peso de apenas 322 kg, una especie de mini-caza donde la ligereza y maniobrabilidad son un factor clave.

Y ahí entra en juego el motor de la BMW S1000RR: pequeño, súperpotente y capaz de mover la turbina de 13 álabes que se encarga de animar a este avión tan particular. Y es que los 200 CV del motor de la BMW S1000RR se antojan más que suficientes para poder dar vida a los 322 kilos de este avión: ¿el Lotus Elise de los cielos?

La verdad es que viendo su aspecto, viendo su peso y sus especificaciones estoy convencido que el Skyleader UL-39 Albi tiene que ser uno de los aviones más divertidos de pilotar de los que puedes comprar. Ahora bien, su precio también tiene que dar miedo: solamente la cantidad de fibra de carbono que utiliza tiene que valer una fortuna. La pena es que el sonido no es exactamente igual que el de la ‘superbike’ de BMW, aunque ojo, ¡tiene un aire! 

300 km/h de velocidad máxima, 550 km de autonomía y una maniobrabilidad espectacular en el aire. Son los atributos de este avión con motor BMW. ¿Volverá algún día la marca bávara a fabricar motores de avión? La verdad es que molaría.