Prueba del Opel Crossland X 1.6T D 99 CV: ajustado a la ciudad

Nos ponemos al volante del más pequeño de la familia diésel... ¿dará la talla?

Si hay algo que he podido comprobar en la prueba del Opel Crossland 1.6T de 99 CV es que los SUV gustan y eso están animando a las marcas a sorprendernos con una oleada de pequeños crossovers, para todas las preferencias y bolsillos, que piden a gritos ser puestos a prueba. Y no vamos a decirles que no…

El último que ha caído en mis manos ha sido el Opel Crossland X, el sustituto del Opel Meriva, que ha llegado reconvertido a SUV urbano y con una estética que recuerda en cierta medida a la de sus hermanos. ¿No se te parece algo al Opel Mokka X? ¡Cómo iba a ser si no!

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Aunque sin embargo… lo más chocante del Opel Crossland X, que se fabrica en la fábrica de Opel en Figueruelas (Zaragoza) es que al formar parte ahora del grupo PSA, comparte mucho más ADN con algunos de los modelos galos como el Citroën C4 Cactus o el Citroën C3 Aircross, todos asentados sobre la misma plataforma. 

Hace un tiempo, mi compañero Alex Aguilar te contaba las principales características del Opel Crossland X y aseguraba que este SUV de 2017 quiere pelea en el segmento de coches más cotizado del momento. Suerte la mía que he podido comprobarlo con el Opel Crossland X 1.6T 99 CV.

Probamos el Opel Crossland X 1.6T 99 CV

Sí, en esta ocasión, mi unidad de pruebas monta el bloque diésel menos potente de la gama: el 1.6 Turbo con 99 CV, un bloque de origen Citroën -como 1.6 BlueHDI lo reconocerás en los modelos franceses- que está más centrado en el consumo que en las prestaciones y que se te quedará, por tanto, un poco corto en algunas situaciones. 

Es un propulsor perezoso a bajas revoluciones pero en la zona alta del cuentavueltas mejora su rendimiento, lo que añade al conjunto más brío sin que, afortunadamente, se resientan los consumos, tanto en ciudad como en carretera (durante la prueba he obtenido un cifra mixta de 5.8 litros/100 km). 

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Además, en autovía el Crossland X mantiene bien el ritmo deseado para circular con soltura y se convierte, por tanto, en un coche cómodo. No se perciben demasiadas vibraciones en el volante y aunque la suspensión es algo dura, logra filtrar bien ciertas irregularidades… de los asfaltos menos castigados. 

En cuanto a la transmisión, el Opel Crossland X 1.6T viene asociado a un cambio manual de cinco velocidades; la palanca de cambios tiene recorridos demasiado largos, algo que se hace un poco pesado en aquellos momentos que requieren jugar con ella para exprimir los 99 CV del motor, como pueden ser carreteras con cierta pendiente. 

Teniendo en cuenta todo esto, quizá debas leer los consejos de mi compañero Rodrigo, que en otra prueba del Opel Crossland X te proponía los bloques de gasolina de 110 CV y 130 CV como opciones más inteligentes. 

En mi caso y a nivel general, esperaba un comportamiento más dócil de este SUV urbano… La dirección no es demasiado comunicativa y tiende al autocentrado en situaciones que no lo requieren. Además, ante curvas cerradas y velocidades más elevadas, hay cierto balanceo de la carrocería; y tras haber tenido oportunidad también de hacer la prueba del Citroën C3 Aircross, he de decir que su hermano francés le gana por varios puntos en estos dos aspectos con una respuesta mucho más acertada. 

Lo importante, ¿en el interior?

Aun así, Opel tiene un as en la manga para no quedarse rezagado en el segmento y es su habitabilidad interior y equipamiento. La posición de conducción es cómoda gracias a los reglajes del asiento y aunque hay plásticos duros, la calidad percibida general es buena y la practicidad del habitáculo destacable, con numerosos huecos portaobjetos repartidos por todo el interior.

A nivel tecnológico, destaca el buen funcionamiento del ‘Head-Up Display’, que se ve con una gran nitidez, así como del sistema multimedia, con pantalla de ocho pulgadas en este caso, con un funcionamiento muy intuitivo y compatible tanto con Apple Car Play como con Android Auto. Además, si tienes una buena tarifa de datos, podrás hacer uso de la conexión inalámbrica a internet mediante una red WiFi y del asistente Opel On Star

Lo único que me deja mal sabor de boca en este caso es la forma de acceder a disfrutar de su logrado interior, pues el ángulo de apertura para acceder a las plazas traseras del Opel Crossland X 1.6T es bastante pequeño… 

Por suerte, el tamaño del maletero compensa este detalle… Tiene 410 litros, tamaño más que suficiente para transportar unas cuantas maletas de fin de semana, y se pueden ampliar hasta 1.255 con los asientos abatidos, así que en ese aspecto y salvo que seas el afortunado/a padre o madre de  una familia ultranumerosa… no tendrás problemas. Si es así, quizá el Opel Grandland X sea para ti. 

Conclusión

El segmento al que se enfrenta el Opel Crossland X no es fácil y está lleno de coches nuevos dispuestos a rivalizar por el trono… pero tiene ciertas virtudes que juegan a su favor: su diseño es atractivo, su interior confortable y la calidad percibida, alta. El bloque diésel más pequeño no destaca por su empuje, pero si eres tranquilo y buscas un coche no demasiado grande para la ciudad, que ofrezca buen espacio y que no te castigue con los consumos, esta es una opción ajustada a tus peticiones. 
 

Nuestro veredicto

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