Prueba retro: BMW Z4 M Roadster

Prueba BMW Z4 M Roadster

Nos alegró el año 2006

Esta prueba del BMW Z4 M Roadster comienza con el sonido que hace una llanta M de radios dobles de 18 pulgadas al rozar contra el bordillo de una calle adoquinada del casco antiguo de Jerez. Escalofriante sonido el que escuché... y también la sensación que tenía al pensar en que el coche en el que estoy atrapado cuesta más de 67.000 euros. Es cuando menos inquietante.

No hay duda de que el Z4 M Roadster tiene un fuerte impacto visual, y eso que los no iniciados verán poco que lo distinga del resto de los BMW Z4. Pero para aquellos que lo saben, los modestos cambios son una indicación instantánea de que este es el coche que estuvieron esperando durante mucho tiempo, un automóvil con potencia, imagen y feeling.

Imagen discreta y en el medio de sus rivales

Además de esas llantas que una vez estuvieron impolutas, el Z4 de esta prueba luce una toma de aire frontal más grande, spolier delantero específico, dos escapes dobles y un capó abombado para dejar un poco de espacio al motor.

Motor 3.2 del BMW Z4 M Roadster

Top Gear

Este automóvil no solo es atractivo, también es increíblemente rápido... si encuentras un tramo de carretera libre. El seis cilindros del Z4 M tiene una potencia de 343 CV a 7.900 rpm que extrae de su motor 3.2 (el mismo que el del BMW M3 E46). Logra un 0 a 100 de 5,0 segundos y la velocidad máxima está limitada a 250 km/h. 

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Sin embargo, lo que impresiona del Z4 M Roadster es su asombrosa aceleración en marcha. Con 365 Nm a 4.900 rpm, hay suficiente par para mantener un ritmo constante y vertiginoso, y aún te deja otras 3.000 vueltas hasta alcanzar la potencia máxima.

De hecho, aquí es donde el BMW Z4 M Roadster de la prueba comienza a mostrar sus verdaderos colores, no solo por su capacidad para ganar velocidad, sino en su incapacidad para encontrar un lugar apropiado para hacerlo. 

A diferencia de la perspectiva más realista de un M3 o M5, deportivos que se centran tanto en la practicidad y la habilidad para hacer viajes largos como en el rendimiento brutal, el M Roadster existe principalmente como entretenimiento; un modelo para perderse por secundarias silenciosas. Sí, hay una cantidad razonable de espacio y el interior es muy agradable, pero diría que no es un coche para el día a día. 

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Con respecto a sus rivales, el Porsche Boxster S con 280 CV costaba 58.400 euros en 2006 y el Mercedes SLK 55 AMG de 360 CV, algo más de 75.000. 

Por ponerlo frente al modelo inmediatamente inferior en la familia, un BMW Z4 3.0 si costaba nuevo 18.000 euros menos y ya ofrecía 265 CV. Obviamente, no se puede establecer una comparación directa con sus hermanos de gama: los ingenieros de BMW M seguramente nos contarían cosas del tiempo y coste de desarrollo, y eso sin mencionar la tecnología que han utilizado para hacer del M Roadster un automóvil tan asombrosamente rápido.

Una dura lucha interior por ver qué es

Pero eso en realidad pasa a un segundo plano (especialmente ahora que este modelo aparece tan apetecible en los anuncios de segunda mano en pleno 2021): a los que se vean tentados de ser propietarios de un Z4 M Roadster les gustarán los pequeños cambios de estilo y la consagrada insignia "M". 

También les va a encantar cómo suena y ese espíritu de dragster al salir de los semáforos. La dirección carece de la inmediatez e intensidad que puedes presuponer, pero en Múnich lo hicieron así pensando en un tipo de comprador que podría cansarse rápidamente de ella. La conducción es sorprendentemente ágil, aunque combinada con más balanceo de la carrocería en las curvas de lo que cabría esperar de un coche deportivo de este nivel de prestaciones.

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Y es que de lo que encuentras en este roadster es una especie de lío ilustrada por el cuero del tablero de instrumentos con decoración de estilo "estructura de carbono". Aparentemente, los clientes de BMW quieren la idea de fibra de carbono para ahorrar peso en su automóvil deportivo, pero aún con el lujo de un montón de cuero unido por unas costuras perfectas. 

Para concluir esta rápida prueba del BMW Z4 M, diría que este es un deportivo fabulosamente rápido y complaciente, pero al tratar de hacer malabarismos con la necesidad de mantener el legado "M" con las expectativas de los clientes en cuanto a comodidad y usabilidad, también resulta confuso...

Esta prueba fue publicada originalmente en Top Gear en 2006

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Nuestro veredicto

8

Etiquetas: Roadsters