Prueba Volkswagen Polo GTI 2018: ¡qué bueno que existas!

Sin un Ibiza Cupra, hacía falta un Polo GTI tan equilibrado como este.

Tú, petrolhead, sabes muy bien que el mundo se divide entre lavadoras y coches, los primeros solamente sirven para ir del Punto A al Punto B, sin emoción, sin ninguna pretensión de llegar a emocionar. Los coches, en cambio, te hacen sentir bien, especial. La prueba del Volkswagen Polo GTI 2018 pone sobre la mesa una realidad: se puede tener un coche especial, para pasarlo bien, emocionante, divertido, sin tener que renunciar a todo lo ‘práctico’ que debe tener un electrodoméstico con ruedas, para facilitarte la vida.

Y es que amigos, hasta ahora, los utilitarios más divertidos apostaban claramente por una deportividad pura y encendida, coches emocionantes, rápidos, pero también radicales y con una usabilidad en entredicho. Un Renault Clio Sport o un Peugeot 208 GTI son coches duros, fantásticos para quemados como nosotros, pero poco equilibrados si lo quieres como único coche, algo previsible en un coche así. Quizás el coche que mejor combinaba ambos mundos era el Seat Ibiza Cupra, que como también ocurre con el Seat León Cupra, es capaz de tener dos caras en un mismo producto: un deportivo súper eficaz y coche perfectamente utilizable en el día a día, cómodo, bien equipado y parco en consumos.

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El Seat Ibiza Cupra se ha descatalogado (esperemos que por el momento) en la gama del nuevo Seat Ibiza y con él se había ido una de las mejores opciones si buscas eficacia y deportividad en un mismo producto. Pero la llegada del Volkswagen Polo GTI 2018 de esta prueba rellena un hueco que es necesario para que el mundo sea un lugar mejor. Esta nueva generación mejora en prácticamente todo a la anterior generación y se configura como uno de los compactos deportivos que todo el mundo necesita tener en cuenta. Y cuando digo todos, me refiero también a aquellos que se plantean comprar un coche más grande, como el Seat León Cupra R de esta prueba o un Honda Civic Type R.

Prueba Volkswagen Polo GTI 2018: ¡sobre la plataforma MQB A0!

¿Qué trae de nuevo? Hay varias clave para entender este producto tan interesante. El primero: el Volkswagen Polo GTI 2018 se asienta en la nueva plataforma MQB A0 del Grupo Volkswagen, esto hace que el coche aumente su tamaño y mejore en todas las cotas, especialmente en las plazas traseras y en el maletero, que con 350 litros se presenta como uno de los más aprovechables del segmento. El chasis es un ejemplo por calidad y aplomo en la carretera, esto ya lo vimos en la prueba del Volkswagen Polo 2017, pero en el Volkswagen Polo GTI 2018 de esta prueba se introducen nuevas chucherías para mejorar todavía más.

Es clave el desarrollo del chasis DCC con suspensión activa. Completamente fundamental para entender esta nueva dualidad de comportamiento. En Volkswagen han desarrollado una nueva suspensión deportiva que modifica su dureza según el modo de conducción elegido. Por otra parte, encontramos también un motor que abandona la tendencia del downsizing para incrementar la cilindrada de los 1.8 litros a los dos litros. El resultado es más par, más potencia y un sabor mucho más agradable. Y creo que la tercera clave es el diseño: es discreto, es chulo y llama la atención lo justo y necesario, pequeños detalles que solamente los que saben de qué va la cosa identificarán y valorarán. Eso también mola.

Viajo hasta Mallorca para la prueba del Volkswagen Polo GTI 2018, una isla perfecta para probar un coche así en estas fechas: hay vías rápidas, carreteras comarcales, puertos de montaña e incluso un circuito ratonero donde exprimir a fondo el coche. Estéticamente, luce, como ya te decía, bastante discreto. Decido escoger mi ejemplar de pruebas pintado en un color gris oscuro que le sienta realmente bien: combina muy bien con las espectaculares llantas Brescia de 18 pulgadas y los numerosos detalles en color rojo, tanto en el frontal, como en el lateral o en las pinzas de freno.

En el interior el protagonismo se lo llevan los asientos deportivos tapizados en la clásica tapicería Clark a cuadros, un guiño clásico a la herencia GTI del Volkswagen Golf. Debo decir que el interior es lo que menos me gusta del conjunto: se ve minimalista y de una gran calidad, pero hay mucha presencia de plásticos que no me terminan de convencer ni a la vista ni al tacto. Eso sí, debo decir que el funcionamiento de las dos pantallas que equipa el Volkswagen Polo GTI 2018, tanto en el salpicadero como en el cuadro de mandos, son ejemplares. También cuenta con mucho equipamiento, tanto de confort como de seguridad. 

No obstante, en general, el coche se ve discreto y funcional, sin grandes alardes, muy alemán. Arranco y el motor de dos litros turbo cobra vida con un sonido que, desde el primer segundo, deja claro que estás ante un verdadero GTI. Empiezo la prueba con el chasis DCC en el modo más confortable y el sonido del motor se apaga ligeramente: los primeros kilómetros en autopista pasan con total confort y relax, el coche se comporta muy noble, estable, con una pisada firme. Eso sí, no debes olvidar que tienes 200 CV bajo el pedal derecho y esto hace que, pese a ir a punta de gas, puedas meterte en velocidades ilegales al más mínimo descuido. 

Prueba Volkswagen Polo GTI 2018: ¡un gran motor!

No quiero esperar más para hablar del motor del Volkswagen Polo GTI 2018: ¡qué gran propulsor! Es más grande y más enérgico que el de su predecesor. Tiene un tremendo par de 320 Nm disponibles desde las 1.500 hasta las 4.400 vueltas, donde los 200 CV dan lo mejor de sí. Eso hace que en bajas y medias revoluciones sea un motor tremendamente elástico y siempre voluntarioso, poderoso, eficaz y acompañado de un sonido emocionante, importante, creo yo, en un coche así. ¿Lo peor? La fiesta se termina pronto: a partir de esas 4.500 vueltas el coche ya no empuja con tanta contundencia. No se puede tener todo en la vida. 

El motor está asociado a una caja de cambios automática DSG de seis velocidades que a veces piensa demasiado en cómo debe actuar. Subir las marchas con las levas suele ser siempre satisfactorio, pero para bajar a veces se queda un poco ‘pillado’ y necesitas insistir. Creo que se podría haber resuelto algo mejor en ese apartado, pero aún así, ¡qué se puede decir de ese cambio de doble embrague! Es rápido, eficaz y colabora para reducir los consumos: si quieres optar por la tradicional caja manual de seis marchas, deberás esperar hasta junio del año que está a punto de entrar.

Hasta este punto, el Volkswagen Polo GTI 2018 se ha comportado con total confort y refinamiento, no parece una versión deportiva y me parece un coche plenamente utilizable, con un consumo que ronda unos siete litros y medio. Ahora bien, llega el momento de saber si es el deportivo que pretende (y que debe) ser. Para ello acudo al Circuito de Llucmajor, un circuito ratonero y que a media mañana todavía cuenta con zonas húmedas y especialmente frías. Todo un reto para conseguir tracción donde no la hay.

El Volkswagen Polo GTI 2018 también cuenta con un bloqueo electrónico del diferencial XDS que trabaja codo a codo con el control de estabilidad y los frenos y que busca conseguir el máximo de tracción. Empiezo detrás de un Volkswagen Golf R de 310 CV y en las zonas más reviradas, su menor peso hace que esté a punto de comérmelo. Desde el primer momento se siente ágil, directo, conciso: quizás para un circuito, yendo a fondo, la suspensión se quede algo blanda, pero si aquí salva la papeleta de una manera tan brillante, no habrá carretera en la que no pueda sacar una sonrisa a su futuro conductor.

El coche agarra muchísimo, el motor se siente capaz y debo decir que me gusta bastante el tacto de los frenos. Tienen una mordiente y una dosificación bastante interesante, mejor que la de muchos de sus rivales. Eso sí, la dirección sigue siendo demasiado blanda y suave, comunica bien pero no tiene un tacto duro que permitiese un mayor feeling ‘hombre-máquina’ en conducción deportiva. Es el precio a pagar por un coche tan polivalente como este.

Termino el día en el ‘Stelvio Mallorquín’, en el Puerto de Soller. La verdad es que el coche va muy fino y puede llegar a ser muy divertido. Quizás, si quieres un compacto (o utilitario) deportivo que te ofrezca sensaciones puras de auténtico deportivo, este Volkswagen Polo GTI 2018 de esta prueba no será tu mejor opción. Pero si quieres un deportivo utilizable en el día a día, refinado, de una gran calidad, bien equipado, discreto y con una capacidad dinámica y eficacia fuera de toda duda, el Volkswagen Polo GTI 2018, como mínimo, debe estar en tu lista de opciones. Ya lo puedes comprar en los concesionarios de la marca por un precio que, con todas las campañas promocionales en activo, se queda en 23.400 euros. ¡No es mal precio teniendo en cuenta su generoso equipamiento y su gran calidad general!

Nuestro veredicto

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