5 consejos para que ni tu coche ni tú os derritáis en la ola de calor

Consejos para el calor

Victor Delgado

Como te despistes caerás antes que un Frigopie.
Contenido exclusivo ofrecido por upday España

Ya está aquí, ya llegó. El verano ha hecho acto de presencia y estos días el calor comenzará a apretar de verdad. Hasta ahora, lo que has visto ha sido una broma. Por eso, si eres de aquellos que viven en una zona en donde el mapa climático que nos muestra el señor del tiempo pasa de rojo a casi negro, te damos, con la ayuda de Mutua Madrileña y Seat, varios consejos para viajar en coche en verano. Y, de paso, para que tu coche nuevo (o no tan nuevo) no se derrita. Ahí van.

Fuera chanclas y bañador, ¡estás conduciendo!

¿Te pueden multar por conducir con chanclas o sin camiseta?

Si la pregunta es si puedes conducir con el típico vestuario veraniego, la respuesta es depende. Si te refieres a unas bermudas con unas zapatillas cerradas y una camisa hawaiana, ¡por supuesto! Pero si por el contrario te refieres a conducir con chanclas y bañador… la respuesta es no. No way. Con las chanclas se pierde sensibilidad en los pedales y se pueden enganchar en ellos al reaccionar a algún imprevisto. Conducir con ellas o descalzo limita la capacidad de movimientos. ¡Ah! Y te puede caer una multa de hasta 200 euros.

Además, conducir sin camiseta, algo que hace aproximadamente el 25% de los conductores en verano, puede producir quemaduras no solo por el sol, sino por la fricción con el cinturón de seguridad. Y tampoco es adecuado el bañador, ya que suele estar mojado y puede resbalar en el asiento, así como causar incomodidad en el conductor. Aunque al principio parezca que vas más fresquito…

A plaza por pasajero

Se puede elegir entre 5,6 ó 7 ocupantes
Se puede elegir entre 5,6 ó 7 ocupantes

Tantas plazas homologadas tiene tu coche, tantos pasajeros podrás llevar en él. No importa lo corto que sea el trayecto o que tan solo vayáis a comprar un helado a la tienda de la esquina. El hecho de que algunos ocupantes circulen sin cinturón, o lo que es más grave, sin el sistema de retención infantil adecuado, es peligroso y puede costarte hasta 300 euros de multa y la pérdida de 3 puntos de tu carnet de conducir.

Tampoco permitas que en tu coche haya posturas inadecuadas. Olvídate de la imagen de chulo-playa con el codo fuera de la ventanilla. Te quedará un bonito color nata fresa en tu brazo después de quemarte, pero sobre todo pierdes el control total sobre el vehículo. Acuérdate también de que el pasajero no puede llevar los pies encima del salpicadero. Supone hasta 100 euros de multa y que el airbag pase de ser un salvavidas a un elemento potencialmente peligroso.

Dedica un rato a comer y a beber

Beber agua

Ir hidratado y con el estómago lleno, pero sin pasarse, es fundamental para evitar situaciones como una sensación insoportable de calor, somnolencia, dolor de barriga, pérdida de concentración o dolores de cabeza. Por eso es tan importante beber mucha agua o, si necesitas un poco de azúcar, una bebida gaseosa de esas que todos conocemos. Evita las comidas copiosas para que no te entre la modorra después y puedas echarte la siesta en el peor momento.

Según diversos estudios, no beber el suficiente agua es el equivalente a tomarse ocho copas de vino. ¡Ocho copas de vino! Es decir, lo mismo que conducir borracho perdido. Sin embargo, hay algo que debes tener muy en cuenta: el hecho es que se puede comer o beber conduciendo, no conlleva una sanción. Pero la distracción que genera, sí. O al menos depende del agente que se encargue de evaluar la situación. Si considera que te está distrayendo de la conducción la multa será de 100 euros.

Lleva lo necesario, y... ¡nada de prisas!

Carnet puntos

Ya se sabe que en verano la ropa escasea. En una situación normal solamente vas con unas bermudas y una camiseta, y hay poco sitio para llevar cosas. Por eso suele ser bastante frecuente que se olvide el carnet de conducir, pero acuérdate de que puedes necesitarlo en cualquier momento y que no llevarlo encima te costará una multa de 10 euros. Asimismo, igual de importante es la crema solar, las gafas de sol o una toalla por si comienzas a sudar, una situación que se da más de lo que nos gustaría en esta estación.

Cuando vayas a aparcar en la costa tampoco pretendas llegar hasta la misma puerta del chiringuito o de la playa. Encontrar sitio es tremendamente difícil, así que no te ‘quemes’ demasiado. Aunque tu irritación esté acorde a la temperatura exterior, no toques el claxon a no ser que sea para evitar un accidente de tráfico. Y, por supuesto, aparca solo en zonas habilitadas para ello si no quieres irte a casa con una receta… o andando.

¿Y qué hago con mi coche?

Porsche Cayenne 2003 (playa)

¿Has pensado en que tu coche también sufre con el calor? Si ya no puedes evitar tener un coche con un color oscuro, al menos toma precauciones para que tu medio de vuelta a casa esté lo más cómodo posible. Para empezar, intenta aparcar siempre a la sombra o en un parking cubierto: así cuando llegues no tendrás un horno con ruedas en vez de un vehículo.

Pero si no puedes hacerlo, al menos cúbrelo en la medida de lo posible con parasoles por todos lados. Y no dejes a nadie, especialmente a personas mayores, menores o animales dentro del vehículo con el coche parado, ni siquiera con las ventanillas abiertas, si no quieres que se achicharren.

Además, debes recordar que al montarte después de un tiempo prolongado elementos como el volante, el cinturón de seguridad o el pomo del cambio de marchas (y a veces incluso el asiento, sobre todo si es de cuero) parecerá que están compuestos de magma volcánico. Abre las ventanillas antes de iniciar la marcha, conecta después la climatización...

... y espera un par de minutos a que se refresque el habitáculo antes de empezar a conducir. Pero tampoco lo dejes puesto al ralentí, ya que se te puede acabar la carga de la batería.

Por último, has de repasar que todos los componentes y consumibles del coche están bien. Desde el nivel de aceite, extremadamente importante en tiempos de calor, hasta la temperatura del motor. Pasando por el sistema de refrigeración o el nivel y el estado del líquido de frenos.