El Lamborghini Jarama cumple 50 años: esto es lo que le hace tan especial
No solo su apariencia le hizo especial…
El Lamborghini Jarama no solo está bautizado de tal manera que lo sentimos muy nuestro (algo que nos pasa también con muchos otros deportivos de Sant’Ágata), sino que además se trata de un Lamborghini muy especial.
El nombre fue tomado en homenaje a la zona norte de Madrid, famosa por la cría de toros de lidia y lo presentaron por primera vez en el Salón de Ginebra de 1970; entonces, se convirtió en protagonista por ser la última evolución del concepto sedán ‘grand touring’ 2+2 de la compañía, equipado con un motor V12 de 4.0 litros en posición delantera.
Desarrollado técnicamente en base a los 400 GT e Islero anteriores, mantuvo el mismo diseño mecánico pero contó con una silueta diseñada por Marcello Gandini para Carrozzeria Bertone, mucho más acorde con las tendencias estilísticas de los años 70, utilizando líneas angulares.
Renovaron el chasis, le equiparon con un sistema de frenos de cuatro grandes discos, los delanteros ventilados, ampliaron el ancho de vía en 10 centímetros hasta los 1.490 mm y añadieron ruedas de magnesio Campagnolo de 15 pulgadas.
Volviendo al motor, era capaz de entregar 350 CV y con él, el Lamborghini Jarama podía alcanzar los 260 km/h. Un auténtico Lamborghini deportivo. Como no podía ser de otra forma, el lujo estaba presentado también a bordo, donde no faltaba tapicería de cuero, aire acondicionado y un maletero espacioso que además le convertían en un coche confortable.
Más tarde, en el Salón de Ginebra de 1972, llegaría la versión GTS del Lamborghini Jarama, con 365 CV, toma de aire transversal en el capó y otras dos salidas de aire detrás de los pasos de rueda delanteros. A bordo, la instrumentación fue rediseñada y se cambió la forma de los asientos delanteros para dar más amplitud al respaldo.
Solo se fabricaron 328 unidades del Lamborghini Jarama -176 del GT y 152 del GTS-, una belleza que además fue el último Grand Tourer con motor delantero de la compañía italiana. A partir de entonces, salvo el Lamborghini LM 002 y su descendiente más actual, el Lamborghini Urus, todos los deportivos de esta marca incorporarían motor central trasero.