Tal y como ocurre con la plataforma de alquiler de pisos Airbnb, existe otra que te permite disfrutar de coches ajenos. Se llama Turo, y es un servicio de car-sharing que permite alquilar tu coche a otras personas. Y ojo, porque hablamos de todo tipo de coches y no los Smart que circulan por Madrid...

La pregunta es: ¿dejarías tu carrazo a cualquier persona dispuesta a pagar por ello? Yo no dispongo de uno, pero tengo claro que si lo tuviera, mi respuesta sería negativa. Pero a tenor de los cochazos que puedes alquilar en Turo, parece que hay bastantes conductores dispuestos a ceder sus joyas a cambio de un buen puñado de dolares (más o menos voluminoso, según los casos).

Como puedes ver tú mismo en la plataforma de este servicio de compartir coches entre particulares, hay opciones para todos los gustos. Lo mejor es que lo veas tú mismo, porque no todos los días puedes ponerte al volante de, por ejemplo, un Corvette Stingray, un Cadillac El Dorado o un Ford Bronco.