En ocasiones para llevar a cabo auténticas locuras en el mundo del motor solo hace falta tener el conocimiento, la habilidad y el tiempo para llevarlas a cabo. Puede que en muchas ocasiones no acaben bien, pero en otras tantas se consiguen resultados como la salvaje Millyard Viper V10.

Quizá su nombre no os diga nada, pero a los más veteranos seguramente les suene de algo y es que hace ya más de una década, concretamente en 2009, vio la luz este ejemplar único que no es nada más y nada menos que una moto con el motor de un Dodge Viper.

De hecho, el bloque en sí, un V10 de 8,0 litros, es todavía más antiguo, puesto que pertenece a un Viper GTS de hace 27 años. Su potencia debe rondar los 500 CV y es increíblemente pesado, sobre todo teniendo como referencia una moto, pues marca 340 kilos sobre la báscula.

Esto supone la mayor parte del peso total de la motocicleta, que alcanza los 630 kilos, una cantidad que se sale de lo habitual con mucha diferencia y que hace que, por lógica, el “armatoste” sea considerablemente complejo de manejar.

A pesar de ello su creador, Allen Millyard la utiliza de manera bastante habitual, algo que queda patente atendiendo al kilometraje que tiene a sus espaldas: 9.150 millas o, lo que es lo mismo, casi 15.000 kilómetros.

En el vídeo se puede ver como es viable conducirla a ritmo relajado, pero una bestia así está hecha para alcanzar velocidades de vértigo. En su día consiguió alcanzar los 321 km/h en manos de un periodista, pero su velocidad máxima en teoría es mucho mayor, pudiendo llegar a rodar hasta a 434 km/h.