Puedo prometer y prometo que no hay muchos coches nuevos con los que puedas disfrutar más que con este coche de drift R/C impreso en 3D. ¡Por favor, antes de nada mira el vídeo que te dejo un poco más abajo y dame la razón! Es una frikada, vale. Pero también una obra de arte de alguien con mucho tiempo libre. Si nos ponemos exquisitos, te diré que lo que estás viendo es un Mini Oldsmobile salido de una impresora 3D que se mueve, suena y luce como un vehículo completamente real gracias a la ingeniería.

Así es el Mini Oldsmobile R/C impreso en 3D

Voy a ser totalmente sincero. Hay dos extremos en lo que respecta a los aficionados a los coches R/C a escala. A un lado están los niños que el día de Navidad o de Reyes reciben uno como regalo, le ponen unas cuantas pilas AAA y pasan el resto del día golpeándolo contra los rodapiés y los dedos de los pies antes de olvidarlo en el cementerio de juguetes; también conocido como baúl o debajo de la cama (o ambas inclusive).

Al otro lado se encuentran los sabios. Aquellos que reproducen cada aspecto de un coche, incluyendo su dinámica de conducción, y luego lo imprimen todo en una impresora 3D. Hoy te cuento algo sobre este tipo de personas de la mano de un Mini Oldsmobile R/C impreso en 3D. Y como te he dicho más arriba, creo que lo más recomendable para todos es que le eches un vistazo al vídeo de esta noticia. Gozarás como un niño pequeño.

De verdad: tan solo echa un vistazo al movimiento de esa suspensión. Los constructores se han basado en diversos parámetros y frecuencias de resonancia que, utilizando un acelerómetro conectado a una placa Arduino, controlan cuatro servomecanismos, uno instalado en cada neumático. Lo han clavado. Además, el chasis ha sido perforado para reducir el peso. El motor está impulsado por una correa y todo trabaja al unísono. Es magia; o casi.

En total han sido más de 200 horas de impresión que, sin duda, han merecido la pena. La dedicación y el detalle de este coche R/C impreso en 3D resulta increíble y deja patente que el esfuerzo no ha sido en vano. Me quito el sombrero y me sumo a la lista de todos aquellos que ya lo tienen en su lista de regalos para las próximas Navidades. ¿Tú también? Pues tan solo asegúrate de que no termina en un baúl o debajo de la cama.