No hace falta decir que en la carretera hay que cumplir con las normas de circulación e ir siempre dentro de la legalidad. Sin embargo, siempre hay quien va de listo o quiere utilizar las calles como si fuera un videojuego, lo que no suele ser buena idea.

A todos nos gusta correr en circuito, pero en tráfico abierto llevar a cabo carreras ilegales es una locura, porque no se trata de circunstancias controladas, siempre puede ocurrir un imprevisto y que se produzca una tragedia. Lo que os traemos hoy por suerte no tuvo un final tan malo:

Ocurrió en un barrio residencial de Clearwater, Florida, uno de esos escenarios con grandes casas con espaciosos garajes y amplias avenidas que hemos visto hasta la saciedad en películas de Hollywood y series de la plataforma que más os guste.

Es un lugar en el que a nadie en su sano juicio se le ocurriría correr, puesto que suele haber mucha gente por las calles, niños jugando, gente en bicicleta, etc. Pero a los dos protagonistas les pareció que era un buen sitio para jugar a ‘A Todo Gas’ y, para más inri, a plena luz del día.

Para hacerlo todavía peor (desde un punto de vista totalmente subjetivo), además iban conduciendo un Nissan Altima y un Infiniti G, que tampoco es que sean dos coches como para “fliparse” en exceso.

Pero vayamos a los hechos: en una recta sin aparente complicación, el Nissan pasa por un pequeño bache que, dado que va claramente por encima de los 24 km/h de límite que hay en estas zonas, le hace perder el control.

Va por el lado izquierdo del asfalto, pero sale lanzado hacia el derecho y, al intentar corregir la dirección, cruza el coche, yéndose largo y saliendo de la carretera, arrancando por el camino un pequeño árbol y un buzón.

Por suerte no se empotra con los dos coches que tiene uno de los vecinos aparcados justo al lado y no hubo que lamentar heridos, aunque el conductor, de 21 años, ha sido acusado de conducción temeraria.