Opel Astra G: ¿por qué resulta interesante de segunda mano?

Opel Astra G

Victor Delgado

No me puedo creer que no te acuerdes del Bertone.

Aunque hoy en día Opel no tenga un éxito mayúsculo en el mercado español, hubo una época en que contaba con un superventas en sus filas: el Astra. Y si concretamos un poco más, el Opel Astra G. Un coche que era atractivo en su día y que todavía lo sigue siendo. Está bien, hace 20 años no había una competencia tan feroz en el segmento de los compactos. Pero el mérito de la marca alemana estaba en darle a los potenciales clientes justo lo que buscaban. ¿Por qué el Opel Astra G sigue siendo interesante?

Opel Astra G: aún tiene mucho que decir

El argumento de mayor peso a la hora de convencerte sobre por qué te interesa un Opel Astra G de segunda mano lo encuentro en el precio. Cuando te lanzas a por un vehículo de cierta edad suele ser el atractivo más grande. Pues bien, déjame decirte que por menos de 1.000 euros ya hay unidades a la venta en nuestro país. No obstante, si quieres algo mejor cuidado y con menos km seguramente tengas que rascarte el bolsillo ligeramente por encima de los 2.000 euros. Pero me parece más que razonable.

Y ahora viene, probablemente, la razón más grande por la que yo me compraría un Astra G, y seguramente tú también: la variedad de sus carrocerías. Y con variedad me refiero a que en su gama contaba con una versión coupé que era completamente diferente a la variante de cinco puertas, aún con unos faros exactamente iguales. Pero claro, tampoco me sorprende mucho esto cuando el encargado de diseñarla fue el carrocero italiano Bertone, que hizo su magia también en el descapotable. Otros (y buenos) tiempos.

Opel Astra Bertone

Los interiores tampoco es que sean una maravilla en diseño. Las calidades, por su parte, resultan en la media de su categoría, aunque puedes encontrarte unidades a las que el tiempo les haya tratado mal. Nada que no se pueda arreglar con un poco de cuidados. Y el espacio interior, si estás acostumbrado a coches actuales, te sabrá a poco. Sin embargo, para la época en la que se vendía estaba muy bien. Eso sí, en el maletero te cabrá casi todo lo que quieras, especialmente si te decides por el cuatro puertas o por el coupé.

Por último, los motores. Había para todos los gustos, llegándose a comercializar hasta nueve opciones. La potencia oscilaba entre los 68 y los 200 CV. Y, como podrás esperar, este es el más atractivo, ya que correspondía a la versión turbo. ¿Es para pensarse la compra de un Opel Astra G? Pues, sinceramente, sí.