Rolls-Royce Wraith Eagle VIII: ¡el cielo en el techo de tu coche!

Rolls-Royce Wraith Eagle VIII

Victor Delgado

¡Date prisa, que solo hay 50!

El Rolls-Royce Wraith es uno de los coches más lujosos del mundo. Sin embargo, ya estamos acostumbrados a que Rolls-Royce se encargue de deleitarnos con versiones especiales de coches, precisamente, como el Wraith. Vehículos que difícilmente pueden mejorar en cuanto a distinción ahora que la personalización y la diferenciación están más presente que nunca. Sin embargo, la nueva serie limitada Rolls-Royce Wraith Eagle VIII nos demuestra que siempre se puede ir un pasito más allá. Bueno, mejor dicho, 50 pasitos. Que son las unidades que se construirán de esta variante tan... no se me ocurre ni un adjetivo para definirla. Mejor sigue leyendo.

Rolls-Royce Wraith Eagle VIII: una buena excusa

Rolls-Royce Wraith Eagle VIII interior

El lanzamiento de esta versión tan exclusiva se encarga de conmemorar el cumpleaños número 100 del primer vuelo transatlántico sin escalas. Hasta ahí, todo muy bonito pero, ¿qué demonios tiene esto que ver con la marca de Derby? ¡Ay, amigo! Pues que ese avión se encontraba impulsado por dos motores Eagle VIII con más de 20 litros de cilindrada, 350 CV de potencia... y fueron fabricados por Rolls-Royce. La hazaña ocurrió en junio de 1919, y los dos pilotos a bordo del bombardero Vickers Vimy, que fue desde San Juan de Terranova (Canadá) hasta Clifden (Irlanda), fueron John Alcock y Arthur Brown.

El departamento encargado de conmemorar esta gesta ha sido Bespoke, y como no podría ser de otra forma, el Rolls-Royce Wraith Eagle VIII ha sido presentado en un evento a la altura de las circunstancias, en donde se unen el lujo, el buen gusto y el dinero, claro. Mucho dinero. Estamos hablando del Concurso de Elegancia Villa d'Este, que acaba de celebrarse a orillas del italiano Lago de Como.

¡El cielo en el techo!

Rolls-Royce Wraith Eagle VIII lateral

Existen múltiples detalles que diferencian al Rolls-Royce Wraith Eagle VIII del resto de versiones, pero sin duda la más llamativa es el interior de su techo. En él hay incrustadas 1.183 luces LED que imitan al cielo estrellado que había cuando se produjo el vuelo. Además, el salpicadero está hecho de madera de eucalipto y el reloj insertado en él lleva grabadas las coordenadas del vuelo. La esfera también es muy especial, ya que su fondo imita la congelación y se ilumina con el mismo color verde que la instrumentación del avión.

Otros de los materiales presentes en el habitáculo son el oro, la plata o el cobre. No obstante, la guinda la pone una frase de Winston Churchill grabada en una placa de latón situada en la puerta del conductor que elogia tanto la hazaña como los motores de Rolls-Royce. Por último, el exterior combina dos tipos de grises, y la parrilla frontal decorada en negro evoca a la cubierta que utilizaba el motor del Vickers Vimy. El motor, por cierto, no cambia, y sigue utilizando el 6.6 V12 de 632 CV que ya conocemos. ¡Ah! Y las llantas disponen de un acabado translúcido. ¿Te gustaría estar en la lista de 50 a los que se les permite comprarlo? Porque a nosotros nos encantaría.