¿Qué debes hacer y qué no tras un accidente mortal?

accidente mortal

Vicente Cano

¿Y después del accidente?

Recuperarte de un accidente de Tráfico no siempre es posible. Puede que tengas secuelas físicas o psicológicas para siempre. Pero salvo en los casos de lesiones más severas o en personas de edad avanzada, siempre puede darse un proceso de recuperación. ¿Qué debes hacer y qué no tras un accidente mortal?

Mientras lo emprendes, te toca relacionarte con policías y sanitarios primero, y empleados de compañías de seguros y abogados después. Independientemente de tu situación física y emocional o de tu estado de duelo. Según Yolanda Doménech, responsable de la Comisión de Psicología de la Junta Directiva de la Federación Europea de Víctimas de la Carretera, “el duelo es un proceso natural y universal de adaptación a la pérdida que afecta a todas las áreas de la vida (física, emocional, cognitiva y espiritual). Y no está sujeto a un tiempo específico de duración, es necesario ir pasando por una serie de etapas”. 

¿Qué debes hacer y qué no tras un accidente mortal?

Sólo en 2017, las aseguradoras abonaron compensaciones por daños corporales a 547.442 personas que, si lo sumas a las 203.207 prestaciones de defensa jurídica -contra las propias aseguradoras-, da una cantidad ingente en litigios... y despachos de abogados especializados. 

“Si hay un fallecimiento, por un padre de 60 años y dos hijos, se cobran unos 100.000 euros; si había contratada una póliza de seguros de vida en caso de fallecimiento, se añade. Aunque hay más dinero en la responsabilidad extra contractual”, afirma Ignacio González responsable del departamento jurídico de Indemnización por Accidente. 

Su bufete es uno de los que ha creado una herramienta online para calcular tu compensación. Esta se estima según el Baremo de Accidentes y con arreglo a la gravedad de las lesiones, días de afección y renta de la víctima. “Cobramos por porcentaje del total de la indemnización, así que tenemos el mismo interés que el cliente. Por otro lado, nadie debe gestionar todo esto sin ayuda profesional”, advierte. 

Si quieres hacer tú mismo todo el proceso

Si decides hacerlo tú, debes reclamar por burofax a todas las aseguradoras y a la tuya propia por si hay coberturas que no conoces. La entidad tiene tres meses para contestar, pero en el caso de cuestiones que requieran gastos inmediatos, han de adelantar una cantidad suficiente. El 70% de los casos se resuelven extrajudicialmente y un tercio del resto antes de entrar a sala. "Sobre los flecos se discute hasta el final. Hacen una gran labor social, pero las aseguradoras viven de no pagar. Y si hay un delito, el asunto se puede demorar años, por eso aconsejamos ir sólo por la vía civil", afirma González. 

Por otro lado, como advierte Yolanda Doménech, "una de las características del proceso de duelo por siniestro de tráfico es que se ve suspendido o interrumpido por el procedimiento judicial. Para facilitar el cierre es necesario saber la verdad de lo ocurrido, sentir que se ha hecho justicia y que se ha reparado el daño, cosas que a menudo no se cumplen". 

La recuperación, total o no, exige a menudo el máximo de todas las capacidades de una víctima. "Podemos hablar de finalización del duelo cuando se puede hablar del otro sin dolor extremo y la persona vuelve a tener interés por la vida y por su entorno y vuelve a estar ubicada socialmente. Cuando el duelo es por la pérdida de una capacidad, ya sea por una lesión o por una secuela, el proceso de adaptación dependerá de hasta qué punto afecta a su vida laboral, familiar, social, etc”. 

Etapas y secuelas de un accidente

Además de las consecuencias físicas de un siniestro, la recuperación pone a prueba todas las capacidades mentales de la víctima. Abajo puedes ver las fases más habitualmente descritas por los psicólogos sobre el proceso de normalización de las secuelas de un accidente: 

  • Shock o conmoción inicial: impacto emocional, desconocimiento, angustia.
  • Negación o inhibición defensiva: hiperactividad familiar, búsqueda de soluciones imposibles.
  • Cólera y/o duelo: reconocimiento de la evidencia, preguntas sin respuesta y autoculpabilidad.
  • Depresión: ausencia de expectativas, disminución de autoestima.
  • Adaptación: cambios de personalidad, búsqueda de salidas a la nueva situación.