Prueba del Skoda Superb Combi TDI 150: sí, un familiar diésel tiene sentido en 2024

Prueba del Skoda Superb Combi TDI 150

Tomamos contacto por primera vez con la nueva generación del Skoda Superb Combi en su versión diésel de 150 CV. ¿Sigue teniendo sentido un coche así en 2024? Si buscas todo lo bueno que te puede ofrecer un familiar, consumos ajustados y un precio razonable, pocas opciones hay mejores...

No, no me he vuelto loco (o puede que sí). Creo que un coche familiar diésel tiene mucho sentido en 2024, aunque se haya demonizado este combustible. Es así si hablamos de modelos como el Skoda Superb Combi TDI 150 que voy a probar, uno de los últimos representantes de un segmento cada vez más vacío, a pesar de ser de los que más puede interesar a las familias.

Aunque el modelo original lo lanzó Skoda allá por los años 30, fue en la década del 2000 cuando llegó a las carreteras el Skoda Superb que todos conocemos. Se trataba de un coche espacioso y correcto que fue volviéndose más refinado con los años y, aunque ahora los SUV estén acabando por las berlinas, ha evolucionado una vez más con su nueva generación.

Al contrario de lo que sucede con coches como el Volkswagen Passat, el Superb sí contará con una versión berlina, pero primero llegará con la familiar Combi. A simple vista, recuerda a la que ya conocíamos, pero es más grande. En concreto, mide 4.902 mm de largo tras crecer en 40 milímetros.

Con esta cifra, sus 1.849 mm de ancho y 1.482 mm de alto, es un coche de tamaño generoso. Aun así, ha logrado mejorar en apartados como el aerodinámico, firmando un coeficiente de 0,25. Asimismo, presenta un aspecto más elegante que en la anterior generación, algo que se ha logrado mediante varios detalles.

En general, el diseño del Skoda Superb Combi es ahora más afilado y destacan elementos como los faros Matrix LED delanteros, mientras que detrás hay pilotos LED de serie con efecto cristal opcional. Asimismo, otro punto destacable son las llantas, con opciones entre las 16 y las 19 pulgadas, así como diseños aerodinámicos y deportivos.

Dentro, más tecnológico y muy práctico

Por otra parte, el habitáculo también ha evolucionado, como ya vimos cuando se presentó este modelo. El estilo habitual del fabricante checo está presente, pero la fórmula se ha mejorado con unos muy buenos ajustes y multitud de materiales blandos que hacen que la calidad percibida sea buena en todos los acabados.

Junto a esto, si hay algo que siempre ha definido a este modelo, es el espacio. Por suerte, esto tampoco ha desaparecido, ya que el interior del Skoda Superb Combi ofrece buena amplitud delante y también en las plazas traseras, donde te puedes estirar sin problemas. Asimismo, siendo esta la versión familiar, cuenta con un maletero de 690 litros con algunos toques prácticos.

Una muestra son los ganchos de los laterales para las bolsas de la compra, así como el doble fondo y una barra que podemos colocar en varias posiciones para inmovilizar objetos y evitar que rueden por el maletero. Ahora bien, estas soluciones que la marca bautiza como ‘Simply Clever’ no se quedan en esta zona, ya que también se encuentran en otras áreas del habitáculo.

Por ejemplo, en las plazas traseras se ha situado un reposabrazos central con un soporte para tablets, así como bolsillos para móviles en los respaldos de los asientos delanteros. Por otro lado, en las puertas delanteras se esconden paraguas y una pequeña papelera, así como en la consola central se encuentran los llamados ‘Smart Dials’, unos mandos físicos con un toque moderno.

En esencia, hablamos de tres ruletas con pantallas incorporadas y funciones variadas entre las que podemos cambiar al pulsarlas. Así es posible manejar aspectos como el volumen o el climatizador y la idea me gusta, pero su tacto es algo plasticoso y quedaría mejor si se tratara de ruletas con un aro de aluminio.

Prueba del Skoda Superb Combi TDI 150

Aun así, este es un elemento con un sabor analógico que se agradece en un interior del Superb Combi 2024 que es bastante más tecnológico. Por ejemplo, el cuadro de instrumentos es digital y mide 10”, mientras que hay una pantalla central de 13” que se ve bien y responde adecuadamente, aunque tiene toques mejorables en la representación de algunos elementos.

Me explico: este familiar cuenta con cámaras para controlar el perímetro del coche y con sensores de aparcamiento. Sin embargo, la vista cenital de las cámaras no es del todo clara y los sensores de parking son muy sensibles, de manera que saltan habitualmente en atascos. Esto hace que aparezca un gráfico en la pantalla que casi tapa por completo el GPS…

Un 2.0 TDI de 150 CV con cambio DSG

El motor del Skoda Superb Combi TDI 150 es un cuatro cilindros de 2 litros con 150 CV y 360 Nm de par, el cual se acompaña de un cambio automático DSG. También es posible encontrar este bloque con 193 CV y 400 Nm de par, así como con el mismo cambio automático y con tracción integral. En el caso del coche que me acompaña, eso sí, es tracción delantera.

De esta forma, esta es la versión de acceso entre las versiones diésel de este modelo, la cual firma una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos y 222 km/h de velocidad máxima. Nada mal para un coche de este tipo, aunque esto no es lo que más importa.

¿Cómo se comporta?

Prueba del Skoda Superb Combi TDI 150

En realidad, lo que realmente destaca y hace que siga pensando que este tipo de coches son una gran opción en la actualidad, me lo encuentro al iniciar mi prueba del Skoda Superb Combi TDI 150: 940 kilómetros. Esa es la estimación de autonomía que hace el coche al arrancar y, a medida que empiezo a conducir, la cifra aumenta por encima de los 1.000 kilómetros.

Si hay una gran ventaja de los coches diésel, es su capacidad de recorrer grandes distancias con un consumo contenido. De hecho, la cifra combinada homologada es de unos 5 litros a los 100 km en un coche que se acerca a los 5 metros de largo y que pesa 1.678 kg.

En esencia, este familiar está hecho para devorar kilómetros y eso es algo que noto desde el primer momento. Los 150 CV de su mecánica diésel mueven el coche correctamente, especialmente a partir de las 3.000 rpm. No tienes una aceleración brutal y es probable que la versión de 193 CV vaya más desahogada, pero esta tampoco decepciona, especialmente al conducir como debes hacerlo.

Como otros familiares, el Superb Combi premia la conducción relajada (que no lenta). Si buscas exprimirlo (incluso tiene un modo Sport que alarga los cambios de marcha), puedes pensar que podría empujar más, que la dirección podría ser algo más comunicativa o que la suspensión podría tener un punto más de dureza. Pero, ¿pensabas irte de tramo en él? Aun así, es mejor que muchos SUV dinámicamente…

Prueba del Skoda Superb Combi TDI 150

Sea como fuere, el terreno predilecto de este coche es otro. En ciudad se las arregla bien, aunque es algo grande para circular por algunas calles demasiado estrechas. Ahora bien, pasa a una autovía, autopista o carretera secundaria y brillará con luz propia.

Es aquí donde el Superb Combi diésel se mueve con soltura, pero especialmente con suavidad, gracias a su cambio DSG y a un propulsor que se nota más refinado que el 2.0 TDI de otras generaciones. Junto a esto, también se trata de un familiar que transmite una sensación de aplomo muy clara y que además ofrece una muy buena comodidad a bordo.

En esto tienen que ver unos asientos que recogen adecuadamente el cuerpo y una suspensión que, si bien te sigue dejando percibir el estado de la carretera, filtra con éxito los baches y los badenes que te puedas encontrar por la carretera. Sin duda, un viaje a bordo no sería un problema en absoluto.

De esta forma, termino este primer contacto con buenas sensaciones. Si bien hay todocaminos capaces de ofrecer mucha practicidad para el día a día y comodidad para hacer largos viajes, el Superb Combi TDI 150 logra cumplir lo que se espera y ofrecer algo más sin esfuerzo

Con todo, pocos modelos combinan tan bien la calidad, el espacio y el confort con un precio razonable. Esto es algo común en toda la gama y, si además buscas hacer grandes recorridos con unos consumos contenidos, esta motorización sigue siendo una de tus mejores opciones.

Prueba del Skoda Superb Combi TDI 150

Precio y rivales del Superb Combi diésel

Con las primeras unidades previstas en España para el mes de marzo, el precio del Skoda Superb Combi diésel de 150 CV es de 45.700 euros. Así, no se sitúa muy por encima de la versión microhíbrida de la misma potencia que abre la gama y que se encuentra por 42.700 euros.

Así, entre sus competidores podemos encontrar el Volkswagen Passat, por 48.860 euros en la misma motorización 2.0 TDI de 150 CV. Asimismo, otra alternativa es el Peugeot 508 SW, por 44.210 euros en la versión GT con el motor BlueHDi 130 S&S EAT8.

Nuestro veredicto

8.5