Hemos hablado muchas veces de coches deportivos. Los más espectaculares, rápidos e incluso eficientes. Pero hoy os vamos a hablar de los coches deportivos más lentos, vehículos que se diseñaron para llamar la atención, pero no para ser especialmente rápidos sobre el asfalto, por diferentes motivos. ¿Quieres saber cuáles son los coches deportivos más lentos de la historia? ¿Te genera curiosidad? Sigue leyendo.

DeLorean DMC-12

La relación de DeLorean con los motores nunca fue buena. Originalmente se diseñó para tener un motor rotativo Wankel capaz de girar a muy altas revoluciones. Más tarde se olvidó esa idea y se apostó por una más fiable, a priori. Un motor Ford V6. Resulto ser muy poco fiable. Maldita América. Más tarde se decidió apostar por un V6 francés. No corría nada. Maldita Francia. Un propulsor de solo 130 CV para conseguir una aceleración de cero a cien en 10 segundos y medio. ¡Un deportivo muy lento!

Smart Roadster

Hay que reconocer que el Smart Roadster sigue siendo un coche deportivo simpático. Sencillo, ligero y con el objetivo de ser un coche divertido de conducir. Sin embargo, nunca quiso ser un coche veloz. Su motor era el mejor ejemplo de ello: un diminuto tres cilindros de 0,7 litros y apenas 81 CV que se diluía como un azucarillo en el agua debido a una transmisión manual pilotada terrible. Aceleraba de cero a cien en 10,6 segundos. 

Ferrari 208 GTB

¿Un Ferrari lento? ¿Qué me estás contando? Bueno, lento, lento, no, pero las cifras del Ferrari 208 GTB tampoco eran para tirar cohetes. Nació para eludir los impuestos en Italia a vehículos con motores de más de dos litros. Ferrari se sacó de la manga un V8 diminuto, con solo 1.990 centímetros cúbicos. ¿Su potencia? 155 CV, aunque conseguía una aceleración de cero a cien bastante decente, en solo 6,6 segundos. Ah, y estéticamente es maravilloso.

Porsche 914/4

El Porsche 914/4 fue un deportivo creado de manera conjunta entre Volkswagen y Porsche, de manera similar al Touareg y el Cayenne pero en los años 60. La idea era crear un deportivo compacto que tendría un motor de cuatro cilindros con el logo de Volkswagen y con uno de seis en el caso de Porsche. Finalmente todos fueron Porsche, pero existió un cuatro cilindros en el mercado americano de solo 80 CV. Era MUY lento, con un cero a cien en 13,3 segundos.

Chevrolet Corvette C3 California

Chevrolet decidió en 1980 lanzar un Corvette creado específicamente para cumplir con todas las normas creadas por el estado de California, especialmente en lo referente a emisiones y seguridad. ¿El resultado? Un Corvette con un motor más pequeño, más eficiente y, claro, más lento. Tenía 180 CV en lugar de los 230 CV habituales y el velocímetro estaba tarado hasta las 85 millas por hora, unos 160 km/h. Para muchos, una mancha en el impecable currículum del Corvette.

Toyota GT86 y Subaru BRZ

El Toyobaru nunca fue un coche deportivo veloz. La intención de Subaru, responsable de desarrollo de este modelo, era crear un coche divertido de conducir, emocionante y relativamente barato. Se decidió incorporar un motor de cuatro cilindros bóxer atmosférico, con un centro de gravedad bajo y chasis muy bueno. Un coche divertido pero que con 200 CV siempre se nos quedó corto de potencia.

MG Midget

Si miramos al pasado las prestaciones poco a poco van decayendo. El MG Midget es un fantástico representante de la cultura británica. Nació al calor de los Beatles en el verano de 1961 y lo hizo con un motor realmente diminuto: un litro de cilindrada y apenas 47 CV de potencia. Los test sugirieron que la velocidad máxima era de unos 160 km/h, pero tenías que armarte de paciencia para llegar a esa cifra: aceleraba de cero a cien en algo más de 18 segundos.

Pontiac Fiero

La fama del primer deportivo americano con motor central no es buena. Hoy es principalmente conocido por ser una de las bases más baratas para crear réplicas de Ferrari, pero en su tiempo ya fue malo. El Pontiac Fiero era lento, con mala calidad y poca fiabilidad terminaron con él. Con el motor de cuatro cilindros y 190 CV era un deportivo bastante lento, acelerando de cero a cien en 10,7 segundos y completando el cuarto de milla en 17 segundos.

AC Ace

Quizás no lo sepas, pero el AC Cobra empezó su vida con un diminuto cuatro cilindros de 100 CV derivado de un motor diseñado en los años 20. Con una aceleración de cero a cien en 11,4 segundos, era uno de los deportivos más lentos. En 1964, Carroll Shelby decidió meterle un motor Ford V8 de siete litros con 425 CV. De un día para otro pasó a ser el deportivo más rápido del mundo. Cosas del destino.