5 diferencias clave entre renting y leasing. ¿Cuál conviene más?

Renting
Si eres autónomo o tienes una empresa, esto te interesa especialmente.

Las diferencias entre el renting y el leasing pueden provocar quebraderos de cabeza para aquellos que están pensando en renovar el coche, especialmente dentro de una empresa o negocio. Últimamente hemos visto muchos casos de 'renting flexible', una nueva fórmula establecida para intentar vender y pensada para el cliente privado.

Pero tanto el leasing como el renting fueron creados principalmente para las empresas, con el objetivo claro de evitar la obsolescencia de sus bienes. ¿Cuáles son pues las principales diferencias entre el renting y el leasing? Te las dejo a continuación:

Mantenimiento

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En un contrato de leasing NO está incluido el mantenimiento del vehículo, por lo que el arrendatario debe ocuparse de contratar el seguro, realizar las revisiones periódicas, etc. En la práctica es cómo si hubiese comprado el coche, pero en lugar de adquirirlo lo aprenda a una tercera compañía. En el renting todos los costes operativos del vehículo están incluidos en la cuota, tanto seguro como mantenimiento y otros elementos de desgaste como los neumáticos.

Opción de compra

Renting 2018

En el leasing, al finalizar el contrato, el arrendatario puede elegir si desea comprar el coche, pagando la cuota residual que le queda. Se puede decir que el leasing se puede utilizar como si fuera una compra de un vehículo, pero en lugar de financiar se arrienda, consiguiendo ventajas fiscales. En el renting no hay posibilidad de compra, aunque a día de hoy los rentings flexibles destinados a particulares sí ofrecen esa opción.

Actividad económica

En el leasing, el vehículo se debe destinar a la actividad económica que desarrolla la empresa, por lo que se puede afirmar que el leasing tiene que ir asociado sí o sí a una empresa o autónomo que utilice el coche para trabajar. En el renting no hay ninguna obligación en ese sentido, por lo que puede resultar mucho más interesante para particulares o empresarios que quieren usar un coche para todo.

El leasing es más rígido

El leasing es un contrato muy bien definido por la ley con ciertas condiciones bastante más rígidas que las del renting. Por ejemplo, el periodo mínimo de duración de un contrato de leasing es de dos años y durante este tiempo no se puede anular el mismo. Así pues, si no tienes claras tus necesidades quizás sea mejor que optes por un renting más flexible que te permita cancelar el contrato en cualquier momento.

Fiscalidad

La principal ventaja del renting y el leasing para empresas y autónomos es su fiscalidad. En una compra, el vehículo pasa a formar parte de los activos de la empresa, mientras que en el leasing o renting se considera un endeudamiento y se refleja en el pasivo. 

Vamos renting interior

La principal diferencia entre entre el leasing y el renting a nivel de fiscalizad es que el leasing figura en el activo como inmovilizado y en el pasivo como una deuda a largo plazo, algo más similar a lo que sería una compra financiada. En cambio el renting supone un gasto de alquiler y se refleja en la cuenta de resultados.

En el renting se puede desgravar el IVA al 100% siempre que el coche no sea un turismo y se dedique al 100% a la actividad de la empresa, mientras que si el uso es mixto te puedes desgravar un 50%. Además, los autónomos podrán deducir el 100% de las cuotas en el IRPF siempre que pueda demostrar que el coche se usa para su actividad económica.

Conclusión: ¿renting o leasing?

Así pues, la principal diferencia entre el leasing y el renting es que el primero es más una especie de compra financiada con opción a compra. Más recomendable fiscalmente pero en la que seguirás ocupándote de todo el mantenimiento como si el coche fuera tuyo. En el renting te olvidas de todo y las cuotas van directas al pasivo como un alquiler.

El renting, con las ventajas actuales, como permitir una opción de compra residual, parece una opción ligeramente más interesante para muchos, incluso ya para particulares que desean tener un coche siempre nuevo y sin quebraderos de cabezas en términos de fiabilidad o mantenimiento. Una fórmula que con la llegada de nuevas tecnologías, como los coches eléctricos, irá claramente a más.

Etiquetas: Coches nuevos